Luis Mariano Gradín y Miguel Servera estuvieron a cargo durante los últimos cinco años de la Unión Argentina y de la Unión de Buenos Aires respectivamente, vale decir de las dos instituciones más grandes del rugby argentino. Ambos fueron puestos por el mismo sector de Buenos Aires que consiguió en Servera una respuesta inmediata a su política, pero que con Gradín no pudo. El actual presidente de la UAR llevó adelante una política con un sentido más modernista y los que en cierta forma habían confiado en entregarle el poder a Gradín se sintieron defraudados. "Servera llevó adelante una política de pelear contra la UAR respaldando la política de algunos clubes. Yo calculo que esa política no es integradora del rugby nacional como creo también que no es definitiva", reveló el dirigente verdinegro. -Teniendo una postura así ¿no se corre el riesgo que en cualquier momento haya una fisura y se empiece a tirar por la borda todo lo bueno que se hizo hasta ahora? -Ese es todo un tema. Es por eso que algunas de las uniones que me convocan son las que tienen dudas. Dudan si este internismo de Buenos Aires puede llegar a retrasar un proceso de transformación o, más aún, lo puede hacer retroceder. Particularmente no creo que sea así, pero es lo que ha motivado que 21 uniones hoy elijan un candidato que le dé la certeza de seguir transformando el rugby argentino. -Pero todavía no hay nada seguro. -Estamos en una contienda política. En el caso que se lleguen a formar dos listas, Buenos Aires tiene el 47% de los votos contra el 53% del Interior, pero para sumar el 53% tienen que estar presentes las 21 uniones, perfectamente representadas y en tiempo y en forma en la Asamblea. Muchas veces me dicen que tenemos el 53% y la posibilidad de ganar, pero ganar sin un acuerdo grande previo con Buenos Aires tampoco sería una gran victoria. De hecho me gustaría más llegar a un acuerdo aunque en él también esté la posibilidad de ponerse en duda mi candidatura, la que desde un primer momento puse a consideración de todos. No obstante, llegado el momento de la contienda política habrá que hacer bien los deberes para estar con el peso político suficiente para imponer la lista. -A nivel político tenés tu experiencia. Postergando la Asamblea, ¿crees que Buenos Aires se va a quedar de brazos cruzados y no va a intentar "comprar" esos votos que le faltan para llegar a la mayoría? -Esa es la política que Buenos Aires está llevando en estos últimos tiempos: tratar de convencer a algunas uniones para que los voten o se ausenten en virtud de algún pacto político. Creo que estas cosas son inconducentes. Hay que pensar en buscar los caminos lógicos de una integración, de una unidad, en la que todas las partes se sientan medianamente contenidas aunque no se tenga la solución ideal. -Históricamente los presidentes de la UAR llegaron al poder por consenso. Esta vez la lucha a través del sufragio es casi inminente. Como parte de esta historia, ¿cómo te sentís? -Sinceramente me gustaría estar bajo otras circunstancias políticas, pero somos así, ponemos mucha pasión por las cosas que nos parecen que son justas. Por una lucha política no vamos a hacer una claudicación. La lucha no me desgasta. No me preocupa. Lo que sí me preocuparía es si no hiciéramos todo el esfuerzo por llegar a un consenso. Pero si realizados todos los esfuerzos no llegamos al consenso, habrá que gobernar este período de transición buscando una integración para la próxima vuelta. -El rugby argentino está en una plataforma de despegue. ¿Creés que esa soberbia que tiene Buenos Aires o quizás un cierto temor de la gente del interior que no está muy convencida puede resultar nocivo? -Pienso que todas las actitudes que desarrolla la gente, que son malas, son nocivas. Acá el principal problema que hemos tenido es la falta de comunicación por una gran lucha que se dio entre Gradín y Servera. Esa es la realidad. Y como siempre el Interior está tomando parte de una lucha interna, que se dio en Buenos Aires. Pero está dispuesto a negociar, siempre y cuando el rugby siga en el sentido en el que está trazado. -Una reflexión. -Pienso que fundamentalmente estamos convocados por una gran ilusión que es llevar a cabo un proyecto mejorador el rugby argentino. Lo que hemos estado más de 30 años en esto pensamos que estamos viviendo momentos históricos en los cuales sería muy importante poder seguir con el proceso de transformación para que el rugby argentino llegue a una inserción plena en el concierto mundial y para que sirva también de base para proteger a ultranza el deporte amateur a nivel de clubes, que estamos desarrollando con tanto gusto.
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