Huracán le frustró a San Lorenzo sus aspiraciones de llegar a la punta del Clausura con el empate 1 a 1, en el Nuevo Gasómetro, en una nueva edición del viejo clásico barrial, que tuvo una alta dosis de tensión y algunos pasajes de buen juego. Los dirigidos por Manuel Pellegrini, ahora con 11 puntos, dejaron pasar una buena oportunidad para alcanzar a River Plate (13) en la punta, mientras que la visita, que sumó el primer punto de su historia en el Nuevo Gasómetro, llegó a las 7 unidades. San Lorenzo fue levemente superior a Huracán, pero recién lo demostró a partir de los 25' cuando Raúl Estévez, bien abierto por la punta derecha, tomó protagonismo en el juego y fue alternativa de descarga para el fútbol generado por Romagnoli y Leonardo Rodríguez. Con esa fórmula el equipo de Pellegrini creó las mejores situaciones y convirtió el gol a los 44' con una arremetida de Estévez en el área, luego de un desborde de Romagnoli por la izquierda. Huracán, nervioso y con serios problemas defensivos, apostó al contrataque, retrasó demasiado a sus volantes para no dar espacios y sólo obtenía brillo cuando Sergio Berti se transformaba en el conductor. De los pies de la Bruja nació la jugada más clara del globo, que pudo cambiar el rumbo del partido. Fue a los 17', cuando el volante cobró rápidamente un tiro libre en la puerta del área rival y habilitó a Gabrich, quien no pudo definir ante la instantánea respuesta de Saja. Después, San Lorenzo, por actitud y ambición fue más y lo justificó con tres chances claras de gol antes de la apertura del marcador. En pos de la igualdad el equipo de Babington adelantó sus líneas en el complemento, se desprotegió en defensa y su rival lo puso dos veces contra las cuerdas, aunque Leonardo Rodríguez, con dos definiciones imprecisas, lo perdonó. Cuando se presumía que el segundo de San Lorenzo no tardaría en llegar, Huracán consiguió la igualdad por intermedio de Berti, quien aprovechó una mala salida de Saja tras una perfecta habilitación de Padra, que le hizo un sombrero a toda la defensa azulgrana y lo dejó de cara al gol. A partir de ese instante el partido volvió a ser el del comienzo, porque Huracán se replegó y San Lorenzo, nervioso, impreciso y sin Estévez, equivocaba los caminos hacia Ríos. El resultado, que tuvo una cuota de emotividad con dos acciones de Abreu sobre el final que pudieron cambiarlo, tuvo gusto a victoria para Huracán, que se recuperó a tiempo y le privó a San Lorenzo de llegar a lo más alto del torneo.
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