"Esta zona es de una total inseguridad", planteó Ariel Toledo, hijo del dueño del local donde se produjo la balacera. El comerciante quien atiende un mercado minorista a media cuadra del lugar de hecho, en Juan B. Justo al 3300. Tanto su negocio como el de su padre existen desde hace "unos 30 años", pero en los últimos tiempos los asaltos son "cada vez más frecuentes", según el empleado, quien optó por atender a puertas cerradas para evitar los atracos. Indignado, el comerciante cuestionó que "los patrulleros sólo pasan una vez al día y por Juan José Paso (la avenida principal), en vez de circular por las calles internas y por donde transita la gente". Los diez disparos que antenoche retumbaron en el barrio apenas se cortó la luz no sorprendieron a los vecinos. "Acá los delincuentes cobran peaje. Cada tanto hay que darles un peso o un vaso de vino", se quejó una vecina. "El año pasado nos asaltaron cuatro o cinco veces. Ahora no roban tanto porque tratamos de evitarlo y atendemos a puertas cerradas, pero esta vez aprovecharon el corte de energía", razonó Toledo.
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