Año CXXXIV
 Nº 49.053
Rosario,
domingo  11 de
marzo de 2001
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Hieren al dueño y a un empleado de un negocio de Empalme Graneros
Baleados en violento intento de robo
Los ladrones aprovecharon un corte de luz, pero huyeron al ser repelidos con disparos por una de las víctimas

Aprovechando un imprevisto corte de luz, un grupo de asaltantes armados irrumpió antenoche en una distribuidora mayorista de Empalme Graneros. El intento de robo originó un violento tiroteo: casi a ciegas, ladrones y víctimas intercambiaron unos diez disparos hasta que los maleantes huyeron sin llevarse nada. En la balacera resultaron heridos el dueño y el empleado del local, que se encontraban fuera de peligro, y la policía sospecha que un ladrón habría sido herido.
El asalto ocurrió pasadas las 20 del jueves en la distribuidora El Obrero, ubicada en Juan B. Justo y Fraga, en la zona noroeste de la ciudad, cuando el comercio estaba a punto de cerrar. A esa hora, un corte general de energía tomó por sorpresa a los vecinos del barrio, quienes sobrellevaban el calor en la vereda.
El imprevisto fue aprovechado de inmediato por un grupo de ladrones. Apenas transcurrieron unos segundos desde que se produjo el apagón, se introdujeron en el comercio. A punta de pistola y a pesar de la oscuridad reinante, intentaron asaltar el negocio, que en ese momento era atendido por su dueño y un empleado.
Ni los comerciantes ni los vecinos alcanzaron a ver cuántos hombres ingresaron al local. Según fuentes policiales, dos hombres habrían ingresado al local mientras dos mujeres hacían de campana en la vereda.
"En ese momento empezó el tiroteo", contó Ariel Toledo, hijo del titular del comercio. La policía no determinó quién inició la balacera, pero estableció que el empleado del local habría usado un arma personal calibre 22 para resistir el ataque. "Uno de los ladrones habría forcejeado con el empleado, que tenía un arma. Aparentemente el asaltante les disparó y él habría repelido la agresión", dijo la fuente policial.
En total se produjeron unos diez disparos, hasta que los ladrones huyeron sin consumar el robo. Dos de esos balazos hirieron a los comerciantes. El titular del negocio, Alberto Toledo, de 63 años, fue herido en la pierna derecha. El empleado, Guillermo Velázquez, de 42 y oriundo de Paraguay, quien también se desempeña en el lugar como sereno, fue alcanzado por un proyectil en el abdomen. En tanto, la policía no descarta que un ladrón haya resultado herido.
Los heridos fueron trasladados por familiares de Toledo al hospital del Centenario en un auto particular ya que, según contaron, ningún servicio de ambulancias llegó a tiempo. Mientras tanto, familiares y vecinos discaban a oscuras el número de la comisaría 20ª, con jurisdicción en la zona, para denunciar lo ocurrido. "La cuarta vez que llamé tuve que pedirles por favor que vinieran", se quejó una familiar de Toledo.
Los heridos fueron internados en la sala de terapia intensiva del hospital Centenario. Toledo fue dado de alta al mediodía de ayer, todavía con el proyectil alojado en su pierna, a la altura de la pantorrilla, y por unos cuantos días no podrá caminar. Velázquez, en tanto, fue sometido a una cirugía en la cual le extrajeron el proyectil. Ayer permanecía internado y estable.
"No sé cómo entraron (los ladrones). Fue todo muy rápido y estaba tan oscuro que no se veía nada", describió Ariel Toledo, de 34 años, hijo del comerciante herido. "Estaba todo el mundo afuera, en la calle. Las balas las podría haber ligado cualquiera", señaló.



"Fue todo muy rápido y no se podía ver nada", dijo Toledo.
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