Una pregunta ronda la cabeza de cuanto televidente vea desde hoy "Gran Hermano": ¿Habrá imágenes de sexo? Y si las hay: ¿Qué se mostrará y qué no? Por la experiencia del programa en otros países el primer interrogante podría tener una respuesta afirmativa. En Holanda, donde los prejuicios sexuales ya han sido superados, fueron exhibidas imágenes de una pareja teniendo relaciones. Los protagonistas del acto tuvieron sus recaudos debido a las cámaras infrarrojas que pueden ver en la oscuridad. Se taparon con una colcha, y a los bifes, sin falsos pudores. Otro ejemplo. En "Grande Fratello" transmitido en Italia, las cosas no fueron tan diferentes. El floreo entre dos participantes fue explícito y las proposiciones de sexo también. Cuando la dama dijo sí, el hombre construyó una especie de carpa detrás de un sillón con una frazada. Un intento en procura de privacidad que las cámaras móviles del programa lograron sortear. Por último, en España se especula que las imágenes de sexo explícito fueron intencionalmente retiradas del aire. Los productores adujeron que esos registros nada tenían que ver con la historia que se estaba contando. Un precedente fácil de citar para la televisión argentina, siempre proclive a remitir a la familia y las buenas costumbres como sus principales objetivos. Y si encima "Gran Hermano" se emite, a las 20.30, dentro del horario de protección al menor, la segunda pregunta casi no necesita respuesta: De sexo ni hablar.
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