"En el gremio parecen desconocer el país en que vivimos. Yo no voy a ponerle una nota al inicio de clases. Que esa tarea corra por cuenta de los padres y la comunidad educativa. Este ministerio está haciendo muchos esfuerzos para que las cosas mejoren y para garantizar 180 días completos de clases". De este modo le contestó el titular de la cartera educativa provincial, Alejandro Rébola, a la delegada seccional de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), Stela Michalek. La Capital le había pedido a la gremialista que evaluara de uno a diez las condiciones del inicio de clases, y ella había contestado: "El año pasado comenzamos con un cinco, pero este año estamos peor, el estado de la educación en esta provincia está por debajo de esa nota. Los maestros seguimos trabajando sin estabilidad laboral y con los bajos salarios de siempre".
Hace un año, precisamente el primer día del inicio del ciclo lectivo 2000, los chicos entraron sólo por unas horas a clase debido a la medida de fuerza de los maestros, en repudio a la incorrecta liquidación del incentivo docente por parte de la Nación. Esta vez, la situación estuvo a punto de repetirse, pero no. Los docentes y los alumnos santafesinos de los seis primeros años de la EGB comenzarán mañana las clases.
Al momento de evaluar, Michalek puso el cinco, pero argumentó el porqué del bajo puntaje. Entre los primeros puntos detalló que "el 2001 comienza con los docentes directivos sin concursar".
Este reclamo tiene que ver con una promesa que había realizado 12 meses atrás el antecesor de Rébola, Gualberto Venesia. En ese momento había anunciado que en el 2000 se regularizaría la situación de 4.133 docentes directivos de toda la provincia. Sin embargo, luego de un año, la promesa sigue en pie.
"Si hubiera voluntad de hacer efectivos los concursos -agregó Michalek- estarían publicando las bases y designando los jurados, pero esto no es así".
Rébola también tuvo respuesta para este descargo del gremio. "Estamos trabajando sobre ese tema. Estoy prácticamente en condiciones de asegurarle que los docentes que ocupan cargos directivos tendrán su concurso al cabo de este año", señaló.
Flores de acero
El año pasado, entre el gremio y el ministro no se tiraron precisamente flores. Los representantes de Amsafé llegaron a hacer escraches frente a la casa de un Rébola que desde el primer minuto de gestión anunció "mano dura".
Su carta de presentación se hizo realidad cuando, por ejemplo, descontó el presentismo por días de paro, resolvió desafectar a los reemplazantes a partir del último 31 de diciembre y anunció que, en el futuro, los cursos de capacitación docente deberán hacerse fuera del horario de clases o durante el receso escolar.
A pocos meses de esos sucesos, los ánimos no parecen haber cambiado entre las partes. Cuando La Capital le preguntó a Rébola si seguirá manteniendo las decisiones del 2000 durante este año, contestó que "sí".
"El presentismo se le paga al docente que está presente. Los reemplazantes han cobrado lo que les corresponde y en cuanto a la capacitación, insisto: el receso escolar es para los escolares, no para los maestros. El que cree que necesita capacitarse podrá hacerlo, la decisión será su responsabilidad y podrá tomar cursos como lo hace cualquier profesional provincial, fuera del horario de trabajo".
Frente a esos comentarios, Michalek dijo una vez más que "por culpa del presentismo (que representa 80 pesos de un sueldo mínimo y neto de 145 pesos) los maestros vamos a trabajar enfermos. Si las cosas siguen así, que no le quepa duda al gobierno y al ministro de que estaremos en pie haciendo oír nuestros reclamos. En este país donde impera la desesperanza, la angustia y siguen los ajustes, los maestros seguiremos defendiendo nuestros derechos, los de los chicos y sus padres".
Frente a las acusaciones, Rébola insistió con que "hay mucho por hacer, pero mucho se está haciendo".
-¿O sea, ¿estamos mal pero vamos bien, ministro? \-No digo eso. Sólo quiero aclarar que si el incentivo no se paga a tiempo es porque la Nación está en deuda. La provincia está haciendo inversiones en infraestructura y equipamiento y está regularizando pagos con los docentes como no se hacía desde cinco años atrás. No digo que está todo diez puntos, pero nuestra educación es buena. Sólo debemos garantizar esa calidad dando clases, 180 días completos. No le quepan dudas de que la escuela pública santafesina, salvo por cuestiones de equipamiento, nada debe envidiarle a la educación privada.
Siguen las aulas móviles
El uso de aulas móviles en escuelas periféricas donde se implementó el 8º y 9º años costó más de un dolor de cabeza a los docentes y alumnos que debían dar clases en las precarias condiciones que ofrecen los salones rodantes.
Este año, debido al plan de urbanización de las villas encarado por la Municipalidad de Rosario, vuelve a disponerse de esas aulas para el anexo I y II de la escuela Nº1.318 y otro anexo más, de la Nº660. No obstante, el ministro prometió que el uso de los salones será "temporario".
"Tenemos unas doce aulas disponibles para los alumnos de esos anexos hasta tanto se terminen de construir los salones de material. Estamos tratando de planificar en forma conjunta con el municipio de Rosario el traslado de las familias desde las villas. No es fácil reubicar a los chicos de unas 400 familias si no hay previstas escuelas para ellos. Pero estamos trabajando en su construcción", señaló Rébola.
Más allá del fuego cruzado entre el ministerio y el gremio en la provincia, y a pesar de que a los docentes aún no se les liquidó el incentivo docente, mañana habrá clases.
El gremio acordó anteayer una impasse al resolver en asamblea provincial no realizar medidas de fuerza hasta abril. Por lo tanto, el 12 de marzo próximo, según lo estipulado por el calendario escolar, comenzarán también los alumnos más grandes: los de la EGB 3 y del polimodal.
La Ciudad
