La misma personalidad que muestra dentro de la cancha, aún desde su 1,67 metros de altura (precisamente no es la ideal para un 9 de área), es la que le permitió esperar pacientemente su oportunidad. De River se fueron Salas, Ortega (luego volvió), Cruz, Francescoli, Pizzi, Angel... y finalmente tuvo su continuidad y ahí están los resultados. Goleador absoluto en el inicio del año futbolero, con 8 goles en cuatro partidos, entre el Clausura y la Copa Libertadores. El Chapulín de Alcira Gigena viene ocupando, al menos por ahora, una vacante notoria en el fútbol argentino como es la que dejó Martín Palermo en materia de contundencia en la red. Por lo demás, los goles de Cardetti en Núñez son el alivio justo para los dolores que dejó la diáspora de gran parte del plantel millonario, especialmente la ida de Pablo Aimar, la baja más sentida por el público de la banda roja y por todo futbolero sensato, cualquiera sea el color de su camiseta. Martín, 26 años, acepta con resignación un apodo que nunca hubiera elegido -Chapulín- y pensando en el partido de esta tarde declara: "Central es el club de mis amores". En River todo es fiesta para Martín, desde las tribunas del Monumental corean su nombre y anuncian "los goles de Cardetti que ya van a venir", tal vez la expresión popular en forma de cantito más cabal para confirmar la condición de artillero: "El goleador sos vos, pibe", le dice la gente en un gesto de reconocimiento, que también implica un fuerte compromiso para el ex Rosario Central. Y Martín no se achica. "Para mí todos los goles son iguales, no hay goles lindos o feos, lo importante es que entre", dice, trasuntando con sus palabras la misma frialdad que tiene en los pies en el instante de definir situaciones dentro del área. Hoy saldrá al césped del Gigante con múltiples motivaciones: "Central es el club del que soy hincha y quiero muchísimo. Central me dio un nombre en el fútbol y la posibilidad de llegar a este momento", asegura con contundencia a Ovacion, en los propios pasillos del estadio de River, a pocas horas de enfrentar a Central y luego de intercambiarse saludos con la hinchada que coreaba su nombre. "Es un partido importante para River y especial para mí. Igualmente yo entro a la cancha a jugar como siempre", comenta el Chapulín, para rematar "si hago un gol no necesito cortarme la lengua (en referencia a expresiones de Chacho Coudet referidas a la hipotética situación de hacerle goles a Central), porque ni se me ocurre la posibilidad de gritarlo". Cuando Cardetti aún no había ganado la titularidad en River, hubo versiones de un posible retorno a Central que finalmente no se produjo. El elegido por Central fue Juan Pizzi (en su primer retorno), tal vez por una cuestión de precio y de facilidades de pago. Lo cierto es que a Martín le llegó su gran momento en River, "ahora tengo continuidad", señala, y no piensa dilapidarla.
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