El Papa Juan Pablo II entregó ayer a los nuevos cardenales sus anillos cardenalicios, en una misa en la plaza de San Pedro concelebrada por los 44 flamantes purpurados de la Iglesia Católica. Además de los dos argentinos ungidos: Jorge Mario Bergoglio _arzobispo de Buenos Aires_ y Jorge María Mejía _bibliotecario del Vaticano_, también fueron consagrados otros nueve cardenales latinoamericanos.
Con la entrega de los anillos cardenalicios, "signo de esa dignidad, de solicitud pastoral y de más sólida unión con la Sede del Apóstol San Pedro", se puso punto final al Consistorio que elevó a 184 el número de miembros del Colegio Cardenalicio.
Los nuevos cardenales fueron arrodillándose uno por uno delante de Juan Pablo II, quien personalmente les colocó los anillos, confeccionados en oro por un conocido joyero lombardo y que tienen un crucifijo superpuesto al escudo del actual pontífice.
En la solemne ceremonia celebrada frente a miles de fieles de todo el mundo, que bajo el buen tiempo acompañaron a los nuevos cardenales, Karol Wojtyla, de 80 años, se encontraba visiblemente menos en forma que ayer. Sin embargo, este aspecto lo mostraban también los neopurpurados, después de todas las celebraciones de la víspera.
Saludo papal
"Permitidme primero que nada que exprese mi alegría y mi reconocimiento al Señor por vosotros, queridísimos y venerados hermanos, que habéis pasado a formar parte del Colegio Cardenalicio. A cada uno renuevo el saludo más cordial, que extiendo a vuestros familiares y a los fieles que han reunido", saludó el Papa.
En su homilía, el Sumo Pontífice instó a profundizar en la reflexión sobre el ministerio de Pedro. "Considero providencial celebrar con vosotros y con el Colegio entero la fiesta de la Cátedra de Pedro, porque esto constituye un singular y elocuente signo de unidad, con el que siempre iniciamos el período posjubilar. Un signo que es al mismo tiempo invitación a profundizar la reflexión sobre el ministerio de Pedro, al cual se refiere particularmente vuestra función de cardenales".
Una vez recibido el capelo y el anillo, los cardenales tomarán posesión en los próximas semanas o meses de las iglesias de Roma que les ha asignado el Papa, que simbolizan la participación de los purpurados en el cuidado de la Ciudad Eterna, de la que es Obispo Juan Pablo II.
Los grandes protagonistas de este Consistorio han sido sin duda los latinoamericanos, que ahora constituyen el segundo sector más importante en la curia romana después de los italianos. Ningún Papa había nombrado jamás a tantos cardenales de América latina, por eso ya hay quienes sostienen que el próximo Papa será latinoamericano.