San Sebastián. - Pocas horas después de un atentado en San Sebastián que dejó dos muertos y cuatro heridos, la policía francesa detuvo al etarra Francisco Gaztelu, alias Txapote, considerado el máximo líder militar de la ETA. La conmoción creada por el atentado explosivo, que hirió a un concejal socialista, fue así en cierto modo compensada por el anuncio del exitoso procedimiento contra la cúpula de la agrupación terrorista vasca. Ambos episodios ocurren a sólo dos días de que el gobierno autónomo vasco anunciara elecciones anticipadas para el 13 de mayo próximo.
Cinco meses después de la detención del número uno de ETA, Ignacio Gracia Arregui, alias Iñaki de Rentería, la policía francesa arrestó al jefe militar en la actualidad de ese grupo separatista vasco, Francisco Javier García Gaztelu, Txapote. El terrorista fue detenido en la localidad vascofrancesa de Anglet a primera hora de la tarde, cuando almorzaba en la terraza del restaurante Havana Cafe.
El líder de ETA, que acaba de cumplir 35 años, portaba documentos de identidad falsos y estaba armado en el momento de su captura. García Gaztelu, también conocido como Jon, habría tomado las riendas de los comandos ilegales de ETA, cuando José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri, fue detenido el 9 de marzo de 1999 en París. Está acusado de haber colaborado con el comando Vizcaya hasta el 30 de agosto de 1991, fecha en la que huyó a Francia, tras un tiroteo en el barrio bilbaíno de Begoña con la policía regional vasca, en el que murieron un policía y el etarra Juan María Ormazábal, Turko. A finales de 1994 se incorporó, según la policía española, al comando Donosti entonces dirigido por Kantauri.
26 muertes en 14 meses
Dos personas murieron y otras cuatro fueron heridas, entre ellas un concejal socialista, al explotar un coche bomba en San Sebastián atentado que fue atribuido por las fuerzas políticas españolas al grupo separatista ETA y relacionado con la convocatoria a elecciones anticipadas en el País Vasco. Con este ataque, ascienden a 26 las víctimas mortales de ETA desde que rompió una tregua unilateral el 3 de diciembre de 1999.
El coche bomba estalló en el momento en que un concejal socialista de la localidad vasca de Ordizia, Ignacio Dubreyl Churruca, quien se encuentra en grave estado, se dirigía a su trabajo, indicó la policía regional vasca.
Angel Santos Larrañaga, de 40 años, y Josu Leonet Azkona, de 31, dos empleados de una empresa de material eléctrico, murieron poco después de la explosión. Leonet era militante de Euskal Herritarrok (EH) y hermano de una alcaldesa del oficialista Partido Nacionalista Vasco, PNV. La sigla EH es considerada el brazo político de ETA. Las dos víctimas mortales se dirigían a su trabajo cuando a las 8 de la mañana (hora local) fueron alcanzadas por la deflagración. Los otros heridos son el guardaespaldas del político y dos obreros más de la empresa Elektra.
El coche bomba, que portaba entre cinco y seis kilos de explosivos y que quedó totalmente destruido, se encontraba a unos 50 metros de la estación ferroviaria de Martutene, un barrio ubicado en un suburbio de San Sebastián.
El ataque ocurre pocas horas después del anuncio de elecciones anticipadas en el País Vasco. El gobernante Partido Popular (PP) y el opositor Partido Socialista Obrero Español (Psoe) consideraron, en una conferencia de prensa conjunta brindada en Madrid, que el atentado demuestra el "miedo de los terroristas a la libertad" y a la "celebración de comicios en el País Vasco".
El atentado de ayer coincide además con el primer aniversario del asesinato a manos también de ETA del dirigente socialista vasco Fernando Buesa y de su escolta, y eleva a 26 las víctimas mortales de este grupo que reanudó en enero del 2000 su actividad, tras casi quince meses de alto el fuego. ETA rompió la tregua que había anunciado unilateralmente.