Esta edición de la ceremonia de entrega de los Grammy estuvo marcada por las polémicas desatadas en torno al rapero Eminem, que marcó la diferencia con ceremonias anteriores cuando se subió al escenario junto a Elton John para cantar el tema "Stan", otra de las canciones cuestionadas de su álbum "The Marshall Mathers LP". Eminem ya se hizo famoso por las expresiones homofóbicas que aparecen en su último disco, mientras que Elton John es un homosexual declarado. El encuentro provocó todo tipo de rechazos. Mientras ellos cantaban, había manifestaciones de protesta ante el teatro donde se entregaban los premios. Fuera del Staples Center, alrededor de 200 representantes de grupos religiosos, asociaciones de mujeres y de homosexuales, organizaron una "Marcha contra el odio" para llamar la atención sobre las letras de las canciones del rapero, que consideran que promueven la homofobia y la violencia familiar. Algunos astros de la canción, como Madonna y el mismo Elton John, lo habían defendido recientemente de las acusaciones. Madonna aseguró que respetaba a Eminem, porque decía lo que pensaba, y John dijo que no creía que sus temas pudieran llevar a matar a alguien o promovieran el rechazo a los homosexuales.
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