Pedro Pou desmintió ayer las acusaciones en su contra a través de un extenso artículo con su firma publicado por un matutino porteño. Entre otras cosas dijo: - Que no renunciará a su cargo y que no le hará juicio al Citibank. - Que su gestión está siendo juzgada por "tribunales populares", que no respeta "el principio de presunción de inocencia". - Diferenció entre "lavado de dinero primario" y "secundario". El primero consiste en "introducir dinero obtenido de la venta de droga en el sistema financiero". El segundo, "en dar aparente licitud a un dinero que ya está en el sistema financiero", precisó en referencia al dinero "en negro". - Dijo que "no es en el sistema financiero donde se produce el lavado secundario, ni es el Banco Central el que puede contribuir a su esclarecimiento". - Que ese combate es "un problema de la DGI, que debe seguir empeñada en la lucha contra la evasión". - Sobre las operaciones realizadas por el ex Banco República (una de las instituciones aludidas en el informe del Senado estadounidense), señaló que el Central "detectó algunas operaciones en el año 1998 que fueron calificadas de inusuales". "Eran egresos e ingresos de cuatro compañías extranjeras que recibían transferencias desde el exterior y efectuaban transferencias hacia el exterior", explicó. - Aseguró que esas "operaciones inusuales fueron informadas al procurador general de la Nación en noviembre de 2000" y aclaró que "éstas estaban en conocimiento de la Justicia desde mucho antes". - Reveló que el BCRA "recibió de 1996 a la fecha, 129 denuncias de los bancos (sobre «lavado primario»), 40 de las cuales se remitieron a la Justicia, 18 archivadas y 67 se encuentran aún bajo análisis". - Respecto del "lavado secundario", dijo que "si bien las normas requieren a los bancos reportar conductas sospechosas o inusuales, son otras instituciones -que integran la recientemente creada Unidad de Información Financiera (UIF)- las que pueden luchar más efectivamente, toda vez que el delito ocurre fuera de la órbita del sistema financiero". - Señaló que "la DGI podría sospechar de empresas o individuos que con una base muy pequeña de negocios, tiene una altísima utilidad anual, que crece sin parar". - También que "la Comisión de Valores puede investigar a quienes ganan siempre en el mercado de valores comprando y vendiendo bonos y acciones, pues estas ganancias están excentas de impuestos y por lo tanto no las podría detectar la DGI".
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