A pesar de la decisión del jefe del Estado, Fernando de la Rúa, de mantenerlo en el cargo tras la andanada de críticas en su contra, el presidente del Banco Central (BCRA), Pedro Pou, enfrentará a partir de mañana un duro examen en el Congreso, desde donde se advirtió que continuarán las investigaciones para hallar "pistas ciertas" sobre la presunta negligencia del Central en operaciones de lavado de dinero. Desde que se reavivó el escándalo, con la difusión de un informe del subcomité del Senado norteamericano sobre el lavado de dinero que mencionó a dos bancos argentinos, Pou estuvo el ojo de tormenta. Recién ayer el banquero se dio el gusto de ejercer su autodefensa en un largo artículo que firmó en un matutino porteño, donde se quejó de estar "sometido a un tribunal popular" que no respeta la "presunción de inocencia", y volvió a sostener que "no renunciará a su cargo" (ver aparte). Ayer también salieron en su auxilio ex titulares de la autoridad monetaria, que dieron cuenta de la "falta de controles específicos" en el ámbito local. Uno de ellos, el economista Enrique Folcini, estimó que la remoción de Pou de la presidencia del Banco Central "debería hacerse en forma institucional y no por razones política" y manifestó además "no compartir" las críticas lanzadas desde el sector legislativo y empresarial contra el responsable del BCRA. Javier González Fraga, quien también manejó los destinos del BRCA, sostuvo que "en Argentina faltan controles específicos" para evitar el lavado y explicó que "no hay que tener miedo de investigar". También aseguró que en el país "recién se están instrumentando controles" en forma "muy tímida", por lo que sostuvo que se trata de "un problema cultural". Por su parte, el diputado nacional por Neuquén Víctor Peláez (Alianza), integrante de la comisión de la Cámara baja que investigará el supuesto lavado de dinero, adelantó que esta semana el flamante cuerpo convocará informalmente a quienes darían "pistas ciertas" sobre la presunta negligencia del Banco Central para controlar ese tipo de ilícitos. La comisión, que se reunirá por primera vez mañana en el Congreso, analizará la remoción de Pou. "Si es responsable de esa permisibilidad, y si ha habido lavado de dinero, que se vaya. Si es inocente, no tenemos por qué sacarlo", opinó Peláez. De cara a la polémica creada en torno a la figura de Pou, Folcini sostuvo que "lo importante es mantener las reglas de juego y la independencia del Banco Central, y si hay razones para removerlo, debe hacerse en forma institucional y no por razones políticas". Folcini, presidente del BCRA durante 1990, afirmó que "no es función del Banco Central" verificar el origen del dinero negro, por entender que entre sus principales funciones se encuentra la de "controlar a los bancos y no a los individuos" que operan en el sistema financiero. "Su obligación primaria al frente del Banco Central -explicó- es defender el valor de la moneda, y creo que Pou lo hace, y es lo que a mí me preocupa como país". El economista afirmó que "el sistema financiero argentino es vulnerable, porque el dinero (que puede proceder de la compraventa de droga y armas) se lava en el sistema", aunque aseguró tener la "sensación que la evasión fiscal (en la Argentina) es más importante" que el lavado de dinero. A pesar de las voces de respaldo a Pou, los legisladores de la Alianza ya han dejado entrever divisiones sobre los casos que quieren incluir en la investigación que realizará el Congreso. Mientras los sectores más cercanos a De la Rúa sólo aceptarían investigar al jefe del Central con relación a informe de lavado de dinero del Senado estadounidense, al algunos legisladores quieren que las indagaciones comprendan casos anteriores en la gestión del titular del Banco Central.
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