Año CXXXIV
 Nº 49.026
Rosario,
lunes  12 de
febrero de 2001
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Protesta en las cárceles
El gobierno inicia una serie de reuniones para poner fin a la huelga
Anoche seguían ayunando unos 550 presos de Coronda y Rosario en reclamo de nuevas conmutaciones de penas

El director del Servicio Penitenciario de Santa Fe (SP), Arturo Gandolla, se reunirá mañana con los delegados de las pabellones de la cárcel de Coronda, donde desde hace diez días 372 internos llevan a cabo una huelga de hambre en adhesión a la medida lanzada por los detenidos de Villa Devoto, a la cual se sumaron cárceles de todo el país. Una vez que se conozca el resultado de esa reunión, el funcionario podría entrevistarse también con los detenidos de la Unidad 3 de Ricchieri y Zeballos, donde unos 200 internos cumplen la medida, a fin de buscar soluciones para el levantamiento de la misma.
Asimismo, Gandolla comentó que ayer unos 15 presos portadores del virus HIV alojados en Coronda que no aceptaban las raciones de comida comenzaron a hacerlo por razones de salud. "Los médicos ya habían empezado a inquietarse por la situación que en ese tipo de presos puede ser muy perjudicial", manifestó.
El encuentro entre Gandolla y los representantes de los presos corondinos apuntará a la búsqueda conjunta de un acuerdo que ponga fin a la medida iniciada el 2 de febrero pasado en reclamo de conmutaciones de penas y el aceleramiento de sus causas judiciales.
Gandolla sostuvo que "la huelga sigue igual, en términos pacíficos, y eso permitió que se realizaran las visitas normalmente tanto en Coronda como en Rosario".
La huelga de hambre se inició en el penal porteño de Villa Devoto el pasado 22 de enero. Los presos federales allí alojados, al conocer que los detenidos por el copamiento al cuartes de La Tablada habían recibido conmutaciones de penas por parte del gobierno nacional, solicitan desde entonces que se revisen sus penas y se les otorgue una tratamiento similar.
A partir de ese momento, a lo largo del país, otros presos se fueron sumando a la medida.
En la provincia de Santa Fe, el 3 de febrero se sumaron a la medida 372 internos de la cárcel de Coronda y tres días más tarde lo hicieron unos 300 reclusos del penal rosarino. Con el paso de las horas, algunos detenidos fueron levantando la huelga -entre ellos los afectados por HIV- aunque anoche sumaban cerca de 550 los detenidos que no cenaron.
El principal reclamo de los presos santafesinos es la reconsideración de las 251 conmutaciones otorgadas por el gobierno a fines de 2000 ya que consideran que no fueron "debidamente encuadradas" y tuvieron carácter "restrictivo".


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