Año CXXXIV
 Nº 49.026
Rosario,
lunes  12 de
febrero de 2001
Min 20º
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cartas
Seguimos lamiendo botas

Fidel Castro, presidente de Cuba, ha expresado su opinión sobre un aspecto de la política argentina y parece que se trata del fin del mundo. Así por lo menos nos lo quieren hacer creer nuestras autoridades. Pero en realidad lo sucedido es que nuestro ministro de Relaciones Exteriores ha visitado al Secretario de Estado de Estados Unidos, el célebre Colin Powell -archienemigo de los pueblos del Tercer Mundo y tristemente conocido por las atrocidades que mandó ejecutar en la llamada Guerra del Golfo-, y en una entrevista que no duró más de 30 minutos "negociamos" ayuda, blindaje, etcétera, por: nuestra política exterior, nuestra posición frente a Cuba y el voto en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, la que presidimos y nos cuesta algunas posiciones en este sentido. ¿De qué se asombran, los que se asombran, entre otros, funcionarios, políticos y periodistas? ¿O acaso alguien piensa que se puede tener una política económica dependiente y una exterior independiente? ¿Acaso nuestras relaciones carnales fueron interrumpidas con la asunción de De la Rúa? Por el contrario, seguimos los dictados de los centros mundiales de poder, seguimos atados al carro del Primer Mundo, pero no toleramos que nuestros aliados nos digan la verdad. No se trata de una casualidad el hecho de que al momento de ir a saludar al amo del norte se produzca este revuelo y se aproveche para retirar al embajador, suspender viajes de negocios y agredir verbalmente a un gobierno latinoamericano y amigo. Se trata de la misma política de siempre, tanto en lo económico como en todo lo demás. Se trata de ponerse a tono con la política del nuevo gobierno norteamericano para con Cuba, esa es la verdadera cuestión en ese asunto. Y en todo caso Fidel habló en un foro de economistas de varios aspectos de la política latinoamericana para con los EEUU y de ninguna manera agrede al pueblo argentino, sino que dice lo que éste piensa en cuanto a que lamemos botas, o para decirlo en criollo chupamos medias, o para entenderlo mejor: nos encantan las relaciones carnales. Ese es todo el problema, ni más ni menos.
Héctor J. Marinángeli


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