El 13 de diciembre de 1999, entre Telecom Soluciones SA y el Ministerio de Gobierno de la provincia se firmó el convenio número 1.129, por el cual se instalaban en las Unidades Regionales I (Santa Fe) y II (Rosario) dos centrales telefónicas digitales de última generación. Por entonces, la sede policial rosarina estaba atravesando la controvertida mudanza desde el viejo edificio de Santa Fe al 1900 a la ex Fábrica Militar de Ovidio Lagos al 5200. El acuerdo lleva las rúbricas de David Castiglioni y Arsenio Ruppel como apoderados de la compañía prestataria y del ex ministro Roberto Rosúa por el gobierno. En ese convenio se establece que la central a instalarse en Rosario está equipada para 340 extensiones internas analógicas con sus respectivos aparatos telefónicos, 15 extensiones internas digitales con sus receptores telefónicos, dos puestos de operadoras, una PC con software de tarifación y un módem para telegestión. Asimismo, se establece que el Ministerio de Gobierno debe solicitar a la licenciataria del servicio básico telefónico (Telecom) una trama digital de 30 canales y 100 internos para darle vida a la central. Precisamente las placas de esas tramas son las que la tormenta del 17 de enero último dejó fuera de funcionamiento. El mismo acuerdo, en sus primeras cláusulas, dice que las centrales se ceden "a título gratuito, en carácter de préstamo de uso" y con "una vigencia de cinco años" con la posibilidad de prorrogarlo o denunciarlo por acuerdo de partes. Asimismo, en la cláusula tercera, el Ministerio de Gobierno se compromete a "cuidar y conservar en buen estado (las centrales), mantenerlas y operarlas asumiendo todo gasto que resulte necesario para su uso, conservación, mantenimiento y operación". Mientras que Telecom Soluciones "no efectuará ningún tipo de mantenimiento ni operación de las centrales" durante la vigencia del convenio. Finalmente, en la cláusula cuarta se afirma que Gobierno "asume frente a Telecom Soluciones la exclusiva responsabilidad por todo deterioro, pérdida, daño o perjuicio que ocurra sobre las centrales (...) aun por caso fortuito o fuerza mayor".Si se entiende que la tormenta del 17 de enero fue un "caso fortuito o fuerza mayor" y se analizan los párrafos citados, queda claro que el único responsable por estas horas para que la Jefatura vuelva a tener teléfonos es el gobierno santafesino. Mientras tanto, los celulares de los jefes están al rojo vivo y un locutorio instalado frente a la Jefatura hace su agosto día a día con las asiduas visitas de los empleados de uniforme.
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