"Acá en la Fepac yo soy empleado; el jefe es él", dice el ex presidente Carlos Menem y señala a Alberto Kohan provocando las primeras risas. Tostado, distendido, Menem viste como en sus días en la Casa Rosada. Un traje gris cruzado impecable, camisa clara, corbata y pañuelo rosa, acompañado de unos zapatos negros relucientes, donde un antiguo diría que tranquilamente puede uno mirarse para hacerse la raya del peinado. A pedido del fotógrafo, posa una y otra vez junto al hombre que se mantiene a su lado desde hace más de treinta años, y por quien -dicen algunos- se animó a telefonear a Carlos Reutemann para pedirle que le permita competir en la interna provincial que elegirá a los candidatos a senador nacional. De política hablará en una futura entrevista con La Capital, a la que se compromete formalmente. Después, despliega un show futbolero. Entre los presentes se encuentra el vocero de Kohan, Fernando Szeresevsky. "¡Eh, Fernando! ¿Cómo anda Atlanta?". El hombre de prensa se la ve venir y le recuerda que el fin de semana anterior los bohemios le ganaron 3 a 2 Morón. Menem repregunta "¿Y quién los dirige ahora?" Un tal Oscar Martínez, le responden. "Y qué querés, los dirige un actor", dice el ex presidente y de nuevo las carcajadas. Irónico, Kohan trae a la charla los tres triunfos de Boca sobre River en los torneos de Mar del Plata, Córdoba y Mendoza. "Fue un verano difícil", admite Menem, millonario a morir. Prefiere hablar de su comprovinciano, el riojano Walter Gaitán, ex Rosario Central y ahora en Boca. "Los Gaitán de La Rioja son un montón, todos buenos futbolistas y todos jugaron en mi equipo, Defensores de La Boca". Ante la mirada incrédula de todos, levanta la mano y aclara rápido: "Nada que ver con los bosteros ¿eh?".
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