Omar Bravo
Por primera vez en su larga trayectoria política, Alberto Kohan quiere someterse al veredicto de las urnas. Aspira a representar a la provincia de Santa Fe en el nuevo Senado nacional que se elegirá en forma directa en octubre próximo. Icono del menemismo, Kohan recibió a La Capital en la sede central de la no menos emblemática Fundación para la Argentina en crecimiento (Fepac). Vestido de jean y una remera amarilla ("perdoná que hoy no me traje la camiseta de Boca", chancea al fotógrafo), repasa anécdotas risueñas de su niñez y adolescencia en la ciudad de San Lorenzo, el sello franciscano de su educación en el colegio San Carlos. Su despacho del tercer piso da a la esquina de Callao y Las Heras, a metros del coqueto barrio porteño de La Recoleta. Allí desgrana los primeros argumentos de lo que será su oferta electoral. En resumen, quiere meterse en la pelea provincial sin provocar roces con el gobernador Carlos Reutemann, y sin resignar su profunda creencia menemista. Aunque dice que para evitarle líos a su jefe "le voy a pedir que no vaya a Santa Fe". A la izquierda de su escritorio, una gran puerta de madera con vidrios espejados se abrirá oportunamente para que ingrese su mentor y jefe político, Carlos Menem, quien fiel a su estilo único, coronará la entrevista con un breve show de besos, abrazos y chistes (ver aparte). Pero antes, Kohan dirá lo suyo. -Dijo que se postulará como candidato a senador nacional por Santa Fe si se cumplen ciertas condiciones. ¿Cuáles son? -Son simples y creo que se van dando. Por un lado, que el gobernador esté de acuerdo. Estoy seguro de que así va a ser, siempre fue un lema de Reutemann "aceite verde y a la cancha". Además, también está de acuerdo quien ha sido mi jefe político histórico, Carlos Menem, y me acompañan amigos de Santa Fe, con los que estoy hablando permanentemente y a los que visitaré seguramente esta semana. Esas son las condiciones que yo necesito, porque mi voluntad, mi decisión, ya están. Así que estamos cerca. -Seguramente surgirá el tema de que no reside en la provincia hace muchos años... -Es verdad, hace muchos años que no vivo en Santa Fe. No he dejado de ir a mi provincia, ni de preocuparme por sus cosas. Les consta a los santafesinos lo que he hecho por la autopista Rosario-Córdoba, por los puentes, la radicación de industrias, los puertos, por los bajos submeridionales, que habría que seguir insistiendo. Puedo ofrecer mi conocimiento de los organismos internacionales para financiar esos proyectos. Es decir, estuve presente siempre luchando por la provincia. En la carrera política a que uno puede aspirar, yo ya he llegado a los cargos más altos a nivel nacional. No necesito de la política para sentirme satisfecho. Lo que quiero a través de la política es hacer algo por mi provincia. Yo prefiero vivir acá, donde se toman las decisiones, conocer los resortes de las decisiones que pueden beneficiar a una provincia, que simplemente tener el mérito de vivir en ella. Conozco Santa Fe, pero por sobre todo conozco los lugares del poder donde se toman las decisiones. Y ahí creo que le voy a ser muy útil a mi provincia. Después, lógicamente, desarrollaré una labor conjunta con el gobernador, con la Legislatura, con los intendentes. -Por su identificación excluyente con el menemismo, ¿no teme que su candidatura sea vista en la provincia como demasiado sectorizada? -Quiero ser muy claro. Cuando digo que entre las condiciones para mi candidatura debe estar el acuerdo del gobernador para que lo intente; no le pido apoyo, sino acuerdo. Esto significa que respeto totalmente la vigencia de Reutemann como conductor del PJ en Santa Fe y lo que está haciendo como gobernador. En caso de ser senador, me voy a considerar un hombre que cree en Menem pero que representa a Santa Fe, no alguien que representa una idea política. Los senadores por suerte ahora surgen por elección. Yo podría haber dicho "quiero ser por acuerdo". No, yo quiero ser ahora, que son electos como pedí durante mucho tiempo. ¿Que me identifiquen con Menem?. Me siento orgulloso de haber acompañado a Menem tantos años. Orgulloso de haberlo acompañado en esta transformación. Pero voy a intentar ser senador para defender los derechos de Santa Fe. -En los últimos días surgió el rumor de que se presentaría para senador compartiendo una lista para diputado nacional que encabezaría Oscar Lamberto... -No conozco eso, realmente. Desde ya que respeto mucho a Lamberto. Hizo mucho por la provincia, pero no sé de una lista. Estoy dispuesto a ir a una interna en el justicialismo, y en una situación así me sentiría orgulloso de estar acompañado de una lista encabezada por Lamberto. Pero no sé nada, ni es mi propuesta, ni nada por el estilo. -Reutemann sería partidario de que si no hay acuerdo para lista única, el tema de las candidaturas se resuelva en internas. -Así debe ser. Es la lógica, porque en definitiva creo que lo que necesita el PJ santafesino es que se le permita elegir si hay más de un postulante. Ya que tenemos el sistema de elección directa, lo que me alegra y por lo que luché mucho, hay que elegir bien. Usted me va a decir "¿Y usted cree que es un buen candidato?" Yo creo que sí. Soy un buen candidato. ¿Sabe por qué le digo que hay que elegir bien?, porque además de que ahora se los vota directamente, el justicialismo de Santa Fe tiene que luchar por la mayoría, por sacar dos senadores. -¿Tiene en cuenta los antecedentes? Desde 1983, las sucesivas elecciones legislativas en Santa Fe no han sido tan favorables al PJ como lo fueron a nivel ejecutivo. -Por eso, hay que decir realmente lo que uno quiere hacer. Hay que presentar las mejores opciones. Después de la elección directa de los senadores, algún día tendremos que revisar el tema de las listas sábana. Debe haber algo que obligue al legislador a cumplir bien con su trabajo para que sepa que si no lo hace, no lo van a reelegir. -¿Qué le parece la propuesta de mejora del Senado que presentó el ex vicepresidente Alvarez? -Lo que yo no acepto es el cuestionamiento del cuerpo en su conjunto. Nunca hay que juzgar a las instituciones por el pecado de alguno de sus integrantes. Con ese criterio no se podría ejercer ninguna profesión. Ni la mía ni la suya. Sostengo que el Senado debe insistir para que la Justicia investigue, porque si alguno de sus miembros cometió un delito tiene más responsabilidad que un ciudadano común. En relación con la propuesta del ex vicepresidente, no habrá un Senado mejor porque gaste menos. El mejor Senado será el que legisle mejor, el que defienda mejor los intereses de la Nación y de las provincias. Por supuesto, él dice que no tienen que tener autos oficiales, y otras ventajas... Yo creo que eso es verdad. Cuando uno acepta una responsabilidad debe asumir beneficios y costos. Pero no pasa por gastar menos sino por ser mejor.
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