Las obras de E. Annie Proulx son "Canciones del corazón", Tusquets, 1997, 249 páginas (traducciones de Maribel de Juan y Daniel Aguirre); "Postales", Emecé, 1996, 391 páginas; "Atando cabos", Tusquets, 1996, 345 páginas (traducciones de Mariano Antolín Rato); "Los crímenes del acordeón", Tusquets, 1999, 436 páginas (traducción de María Luisa Balseiro). A propósito de los orígenes de su obra ha dicho: "Mi padre estaba en la industria textil y cuando yo era niña nos mudábamos a menudo, a medida que él hacía carrera. Sospecho que mis hábitos de trabajo, intensos y guiados por una idea fija, derivan de su ejemplo. Mi madre es pintora y una naturalista amateur, y de ella aprendí a ver y apreciar el mundo natural, a desarrollar una mirada para el detalle y a contar una historia".
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