Año CXXXIV
 Nº 49.023
Rosario,
viernes  09 de
febrero de 2001
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Vallenatos épicos y merchandising rebelde

Los Pozos. - Mientras el jefe guerrillero Manuel Marulanda estaba en discusiones con el presidente Andrés Pastrana para salvar a Colombia de la guerra total, uno de sus comandantes locales lanzó un canto vallenato. Julián Conrado, el rebelde que se autoproclama "el guerrillero cantante y compositor" no pudo contener el impulso.
El guerrillero recostó el fusil AK-47 sobre su pierna, tomó un respiro profundo y entonó algunas de las llorosas canciones vallenatas que lo han convertido en una especie de héroe folclórico dentro de las Farc. "Yo preferiría que en vez de este fusil en mis manos hubiera una flor", dice uno de sus coros. "Yo sé como es la guerra de terrible para la humanidad", continúa.
Los sentidos cantos de Conrado -incluido una oda de admiración por Marulanda- son algunos de los incidentes inesperados que ocurrieron en esta población, sede de esta importante cumbre de paz. Discos compactos con las canciones de este bigotudo comandante de 45 años están en venta en la tienda de recuerdos de las Farc, junto a un variado surtido de parafernalia guerrillera: botones, postales, vídeos, y viseras, como las que se regalan en los torneos de tenis.
Susana, quien usa lápiz de labios y es la guerrillera que administra la tienda, dice que los objetos más populares son los discos compactos y libros, incluidos bibliografías de Simón Bolívar y Manuel Marulanda. Ella se puso sentimental cuando se le preguntó por el legendario comandante de las Farc. "Nosotros lo admiramos, lo queremos mucho. El es como un padre para todos nosotros".
Mientras Susana hablaba, uno de los principales comandantes de las Farc, Joaquín Gómez, entró en la tienda con su nuevo conocido, el coronel de la policía encargado de la seguridad de Pastrana. Gómez le pidió a Susana que le diera al coronel Roiner Chávez varios regalos, un pequeño gesto de paz para adversarios de vieja data.
Ella empacó la biografía de Marulanda, algunos discos compactos y otro regalo que lo puede poner en algunos aprietos. Con la ayuda de decenas de millones de dólares que el gobierno de EEUU entrega a la policía colombiana, Chávez tendrá que ser discreto a la hora de usar su camiseta que dice: "No a la intervención gringa en Colombia".
También los periodistas han recibido sus atenciones. La guerrilla ofreció un asado de pollo, carne y pescado para los centenares de corresponsales cubriendo la cumbre.


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