Gustavo Conti
La cuenta regresiva llega esta noche a su fin. Después de las largas sesiones de entrenamiento en La Cumbre, de amistosos poco gratificantes, sobre todo ante Central Córdoba y Colón, Rosario Central jugará por los puntos en serio y en un estadio donde se pondrá a prueba su templanza. En un seguramente repleto estadio Metropolitano, el equipo del Patón comenzará a desandar el camino de un nuevo sueño que alberga el pueblo canalla, ganar la ansiada copa sólo reservada a los privilegiados. El partido se jugará desde las 21.05 (23.05 de la Argentina) y será transmitido en directo por PSN. Luego de un trajín intenso de pretemporada y de un viaje absolutamente cansador desde Ezeiza, se puede decir que el plantel canalla llega en óptimas condiciones al choque de esta noche. Los jugadores durmieron las horas suficientes, el clima es caluroso pero no más que en Rosario y además el barranquillero no los molesta en absoluto. Al contrario, los trata con suma cortesía y no se ve por aquí el típico y absurdo nacionalismo. La reciente incorporación de Juan Antonio Pizzi le insufló nuevas seguridades al grupo y, aunque no se reconozca explícitamente, le renovó las expectativas al grupo para avanzar en la Copa mucho más que en la edición anterior, cuando Corinthians los dejó con las manos vacías en octavos de final, tras la definición por penales. La recuperación de Maximiliano Cuberas supone otra cuota extra de optimismo. El defensor-volante retornará oficialmente esta noche al fútbol tras su lesión de rotura de tibia y peroné ocurrida en la choque copero del año pasado en Perú ante Sporting Cristal y será sin dudas un fuerte respaldo para los demás, en especial los más jóvenes. Cuando Ricardo Canals esté listo para jugar (quizás recién en 20 días) y también Pizzi (seguramente en la segunda fecha de la Copa), Central contará con un interesante potencial, ya ahora con pretensiones sin los mencionados en la cancha, ya que la mayoría cuenta con la suficiente experiencia como para que la parada en Barranquilla no los condicione psicológicamente. Y enfrente, la presencia intimidante de René Higuita, quien debutará en Junior en su regreso a la Copa (la ganó en el 95 con Atlético Nacional de Medellín) acaso sea el principal arma de un equipo al que su técnico mismo dijo que le faltan algunos valores para terminar de armarse. El sueño de la Copa está en marcha y a Central se le va haciendo una costumbre. ¿Llegó el momento de traducirlo en un campeonato? El tiempo dirá si este plantel da para tanto. Por lo pronto, tiene con qué para empezar.
| |