Raúl Marcovich (*)
Junior es un rival muy complicado, sobre todo cuando juega de local. Pero seguramente el mayor adversario que tendrá Central será el clima, que es mucho más húmedo de lo que nosotros estamos acostumbrados a soportar. Habitualmente es mucho más pesado que Santa Fe. Pero con el correr de los minutos eso se siente y empieza a faltar un poco el aire. Tal vez el hecho de que nosotros hayamos soportado un verano tan pesado y húmedo le facilite a Central la aclimatación. Pero Bauza a esto lo conoce a la perfección, porque jugó mucho tiempo allá y de hecho la gente lo quiere mucho, y seguramente va a tomar los recaudos necesarios. Es un equipo muy fuerte de local, que ataca y presiona constantemente y que suele sacar provecho del tema climático. Va al ataque con mucha gente, tiene jugadores desequilibrantes y sus laterales suben en forma constante y alternativamente. En este aspecto el que más se destaca es el lateral izquierdo Wilson Pérez, aunque su edad le pueden jugar en contra. Tal vez la faceta negativa que ha mostrado en algunos partidos es que esas ansias de atacar lo lleva en ocasiones a descubrirse un poco en la última línea. Este va a ser un partido clave para Central, va a ser una gran medida. Pero no tengo dudas de que con la capacidad del plantel y la inteligencia y el conocimiento del Patón, Central se va a traer un resultado positivo de Barranquilla. Otra de las virtudes que tiene este equipo es que los dos centrales van muy bien arriba, fundamentalmente en el área contraria, y esto se reforzó con la llegada de Carlos Asprilla -que proviene de Deportivo Cali y es hermano de Faustino, el delantero de la selección-, que hizo varios goles en el torneo pasado. El técnico Norberto José Peluffo Ortiz es de padres argentinos. Es un entrenador muy trabajador y capaz, que no deja nada librado al azar y que hace un trabajo intenso en pelotas paradas, que en el último torneo ha sido una de sus armas ofensivas. Hablando de jugadores desequilibrantes, sus figuras son Oscar Restrepo, que es un volante ofensivo con mucha técnica y mucha llegada, y el delantero Orlando Ballesteros, que desequilibra permanentemente en base a su velocidad y habilidad. Obviamente que no podemos dejar fuera de la lista al arquero René Higuita, que es un jugador que aporta toda su experiencia y le otorga tranquilidad a sus defensores. Juega siempre al límite y asume riesgos, pero también tiene un carisma especial que repercute favorablemente en todo el grupo. (*) Ex técnico de Atlético Bucaramanga en el 2000.
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