El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, expresó que el gobierno del presidente George W. Bush permanecerá al margen de las elecciones israelíes para primer ministro. "No juzgaremos", dijo Powell y agregó: "Creemos que corresponde al pueblo israelí decidir quién será su primer ministro, y como lo han notado hasta ahora, en el gobierno del presidente Bush elegimos no mostrar preferencias". La Consejera Nacional de Seguridad Condoleezza Rice expresó que "este gobierno, así como el resto del mundo, debe estar preparado para lidiar con el primer ministro de Israel, sin importar si este es el señor Barak o el señor Sharon. Así podremos ver lo que el pueblo israelí indica como su deseo en la forma de un nuevo líder y entonces podemos empezar a buscar la forma de trabajar nuevamente en favor de la paz", dijo.
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