Año CXXXIV
 Nº 49.019
Rosario,
lunes  05 de
febrero de 2001
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La diferencia en favor de la oposición trepa hasta un 20%
Elecciones en Israel: Los ultraortodoxos respaldan a Sharon
Barak buscó achicar su desventaja entre los árabes-israelíes. Las elecciones para primer ministro se celebran mañana

Jerusalén. - Los judíos ultraortodoxos de Israel declararon su apoyo al candidato opositor Ariel Sharon, otorgándole un impulso adicional ante las elecciones que se celebrarán mañana para primer ministro. En el último día de campaña electoral, Sharon conservó una ventaja de hasta 20 puntos sobre su rival, el actual primer ministro Ehud Barak, según las encuestas. En su último esfuerzo por evitar el triunfo de Sharon, el líder laborista Barak concentró su campaña en los votantes árabes-israelíes, en la izquierda y en los rusos.
Los diarios que representan a los partidos ultraortodoxos ashkenazíes -compuestos por judíos de origen europeo- publicaron anuncios en que exhortan a votar por Sharon, aunque no lo identificaron por su nombre, llamándolo el candidato "que acercará al país a la Torá", el libro sagrado de los judíos. La comunidad ultraortodoxa representa cerca de 9% de los casi 4,1 millones de votantes y tiende a votar en bloques, basándose en la selección de su liderazgo religioso.
El apoyo para los partidos ultraortodoxos como Shas, que tiene entre sus filas principalmente judíos sefardíes originarios de España, Noráfrica o el Medio Oriente, es mucho más amplio e incluye a los llamados "tradicionalistas", que desean conservar algunas tradiciones judías.
Durante su sermón de los sábados, Ovadiah Yosef, líder espiritual del partido religioso Shas, pidió a sus seguidores apoyar a Sharon. Shas es el tercer partido en el Parlamento israelí. Los ultraortodoxos tradicionalmente votan por candidatos conservadores, aunque los partidos religiosos han estado dispuestos a participar en gobiernos de coalición sin importar quien resulte elegido primer ministro.

Tratos secretos
Los seguidores de Barak acusaron inmediatamente a Sharon de concertar tratos secretos con los ultraortodoxos. Sharon negó haberles hecho promesas a los ultraortodoxos. "No hay ningún acuerdo y no hay promesas", declaró. Por otra parte reiteró que, si fuera elegido, procuraría formar un gobierno de unidad nacional que incluiría al Partido Laborista de Barak. "No firmé ningún acuerdo, ni público ni secreto", advirtió Sharon en una reunión con sus copartidarios del Likud en Tel Aviv. "No le prometí nada a ninguna organización".
"Me alegra recibir un amplio apoyo público pero mi posición es conocida. Crearé un gobierno de Unidad Nacional. Planeo llegar a un amplio consenso", añadió Sharon. Sin embargo, los medios israelíes informaron que Sharon habría hecho promesas verbales a los partidos religiosos sobre una controvertida ley que permite a los estudiantes de seminarios ultraortodoxos evitar el servicio militar.
Los israelíes laicos, que forman la vasta mayoría de la población, se quejan de que los religiosos no prestan servicio militar. Además denuncian que llevan solos la carga de la seguridad nacional y exigen que los ultraortodoxos la compartan. La comunidad ultraortodoxa había estado molesta con Barak, quien prometió lanzar una "revolución laica" en el Estado judío. Sin embargo, el primer ministro no ha cumplido su promesa de reclutar a los estudiantes religiosos en el ejército.

Una rama de olivo a los árabes
En un desesperado esfuerzo por evitar una humillante derrota, Barak ofreció ayer una rama de olivo a los árabes-israelíes que han amenazado con boicotear las elecciones. "En nombre mío y en el nombre del gobierno, expreso mi pesar por la muerte de los ciudadanos árabes", imploró Barak en un último esfuerzo por ganar votos a dos días de la elección de un nuevo primer ministro. "En las manifestaciones, incluso si son ilegales, los ciudadanos israelíes no pueden ser asesinados", expresó.
Los árabes-israelíes, que representan el 12,3% del electorado, ayudaron a Barak a obtener una abrumadora victoria en mayo de 1999. Pero en esta oportunidad le han dado la espalda después de que 13 árabes-israelíes fueron muertos durante las protestas de octubre en respaldo al levantamiento de los palestinos contra la ocupación israelí en Cisjordania y la Franja de Gaza.
"Como primer ministro, asumo la responsabilidad general por todo lo ocurrido en mi país durante mi mandato y también por esos incidentes, donde resultaron muertos 13 árabes-israelíes", dijo Barak en declaraciones que estuvieron cerca de ser una disculpa formal. El premier agregó que era importante que los árabes-israelíes "sientan que su sangre es tan preciosa para nosotros como la de otros ciudadanos".
Sharon ha combatido a Barak por haber fracasado en detener la violencia que ha dejado en cuatro meses por lo menos 381 muertos (según la agencia Reuters), en su mayoría palestinos.
Por su parte, el laureado premio Nobel de la Paz, Shimon Peres, expresó ayer que todavía esperaba jugar un papel importante para llevar la paz a israelíes y palestinos, pero sostuvo que nunca más buscará convertirse en primer ministro de Israel. En una entrevista a la televisión británica, Peres dijo que se sentía aliviado de que Barak no hubiera retirado la candidatura a favor de la suya para las elecciones de mañana.
Algunos miembros del Partido Laborista habían presionado a Barak para que se retirara de la carrera electoral y permitir que ingresara Peres, a quien los sondeos le dan una posibilidad de derrotar a Sharon. Pero Barak ignoró el plazo del viernes para retirar su candidatura.



Los ultraortodoxos representan al 9% del padrón.
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