Ocho presos escaparon ayer por la puerta principal de la seccional 3ª durante el horario de visita del penal. Según la explicación oficial, los detenidos primero abrieron una puerta enrejada, al descubrir que el candado estaba roto, y luego ganaron la calle por el portón de acceso a la comisaría, que siempre permanece abierto. Cuatro de ellos fueron recapturados, mientras que el resto permanecía prófugo. De acuerdo con la versión de familiares de los detenidos, se vivieron momentos de desesperación cuando los policías advirtieron la fuga y comenzaron a disparar balas de goma en la sala donde estaban los demás presos y sus familiares.
La fuga ocurrió a las 14.45 en la seccional de Dorrego 161 durante el horario de visita, que se extiende de 14 a 17. Previamente, se habían producido otras dos evasiones de detenidos en otras dependencias (ver aparte).
Según un vocero policial, ocho presos que se encontraban en un pasillo esperando a las visitas descubrieron que el candado de la puerta enrejada estaba roto. Entonces embistieron al policía que los custodiaba, atravesaron la oficina de guardia y salieron a la calle por el portón lateral del establecimiento. Ese es el único acceso habilitado a la seccional y permanece siempre abierto para la atención al público.
Por su parte, el comisario Reynaldo Andrada, jefe de Orden Público, afirmó que los agentes no realizaron disparos intimidatorios, sino que dieron el alerta y de inmediato comenzaron a rastrear a los detenidos en las inmediaciones.
Un olvido
Los familiares que presenciaron el hecho dieron otra versión. Dijeron que un agente que custodiaba el ingreso "olvidó" abierta la puerta del sector donde estaban los presos, y éstos reaccionaron al instante. "Fue en el momento, ni siquiera tuvieron tiempo de ponerse de acuerdo", describió el padre de un detenido, que prefirió mantener su nombre en reserva.
Los policías apresaron a cuatro de los evadidos, pero el resto logró escapar. Los recapturados fueron identificados como Diego Fernández, Sebastián Sucre, Luciano Urquiza y José Sobrino Gardo. Tres fueron atrapados en las inmediaciones y otro en Cepeda al 3800 por personal de la Guardia de Infantería. En tanto, permanecían evadidos Carlos Flores, César Montaño, Diego Del Mar y Ramón Valenzuela. Ayer eran buscados por unos diez móviles de Comando Radioeléctrico, Sección Perros e Infantería.
En la calle, la evasión pasó desapercibida para los vecinos, que recién se enteraron de lo que había pasado cuando el lugar se llenó de patrulleros y se interrumpió el tránsito. Pero dentro del penal, según los familiares, se desató la desesperación. "Les pegaron a los otros presos y empezaron a tirar tiros sin respetar a las visitas. Había criaturas y a mí casi me pegan en la pierna. Me tuve que tirar a un costado porque sino me pegan", expresó un hombre con perplejidad mientras exhibía tres proyectiles de goma que rescató del piso.
"Un preso se descompuso y el hermano de un detenido se puso a llorar. Después dijeron «se terminó la visita» y nos sacaron", agregó el hombre. "Se escaparon porque los mismos policías dejaron la puerta abierta. Estaban papando moscas", acotó otro muchacho que participó de la visita, quien señaló que los agentes "estaban comiendo un asado" cuando ocurrió la evasión.