Washington. - El fiscal especial Robert Ray anunció ayer que no procesará al presidente saliente Bill Clinton después de que el mandatario admitiera en un comunicado que dio "falsas respuestas" a preguntas sobre su relación con Monica Lewinsky. De esta forma se confirmaron las versiones televisivas sobre el acuerdo entre Clinton y el fiscal del caso Lewinsky para evitar un procesamiento después de que el mandatario abandone hoy la Casa Blanca. "Traté de cruzar una delgada línea entre actuar de forma legal y dar un falso testimonio, pero ahora reconozco que no conseguí ese objetivo y que ciertas respuestas a preguntas sobre Lewinsky eran falsas", aseguró Clinton en un comunicado leído por su portavoz, Jake Siewert. Minutos después, el fiscal especial Ray explicó en otra comparecencia ante la prensa que el presidente "admitió haber dado algunas respuestas falsas" y que su conducta fue perjudicial para la Justicia. "Desestimo el procesamiento", aseguró el fiscal especial, quien dijo que "el caso está ahora acabado. Que la historia y que el pueblo americano juzguen si ha sido concluido con justicia". La base de la investigación se refería a la declaración bajo juramento que realizó en enero de 1998, dentro de la demanda por acoso sexual presentada por Paula Jones, en la que Clinton afirmó que no había mantenido relaciones sexuales con Monica Lewinsky. El acuerdo al que ha llegado Clinton con el fiscal especial le impedirá ejercer como abogado durante los próximos cinco años en el estado de Arkansas, donde consiguió su licencia. En el comunicado leído por su portavoz en la Casa Blanca, Clinton afirmó que su intención es "poner fin a este asunto" y pidió perdón nuevamente por su conducta, tanto a su familia como al pueblo estadounidense. "He pagado un gran precio por ello", aseguró.
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