Santiago. - El juez especial Juan Guzmán Tapia decidió mantener la fecha de la declaración indagatoria al ex dictador Augusto Pinochet para el 23 de enero, y no aceptó la petición de los querellantes de adelantarla para esta semana. Originalmente el interrogatorio estaba fijado para el lunes pasado, pero el juez accedió a un pedido de la defensa de cambiar la fecha al 23 de enero por encontrarse Pinochet "agotado" tras cuatro días de exámenes mentales.
La decisión del magistrado estaría vinculada al resultado de los chequeos, cuyos resultados no impedirían procesar al octogenario inculpado en 57 casos de homicidio y 18 secuestros calificados.
El magistrado estudiaba ayer el preinforme verbal que recibió sobre el estado mental y psicológico de Pinochet. Hoy deberá recibir el informe completo escrito de América González, directora subrrogante del Servicio Médico Legal.
Según el resultado preliminar de los chequeos, el ex dictador padece de una "demencia leve o moderada" que fue definida como "demencia subcortical de origen vascular de leve a moderada", producto de los accidentes vasculares de que padece aproximadamente desde 1997 y que son progresivos.
Esto significa que el ex dictador no es un caso de enajenado mental, lo que permitiría interrogarle y someterlo a proceso. La dolencia de Pinochet implica que tiene falencias de irrigación sanguínea en la zona subcortical del cerebro, lo que se traduce en problemas físicos como adormecimiento en las extremidades y excesivo cansancio cuando es expuesto a situaciones de estrés.
Rápido para responder
Fuentes extraoficiales allegadas a los peritos médicos dijeron que Pinochet contestó perfectamente la entrevista psiquiátrica y la serie de test psicológicos a los que fue sometido, los que confirmaron que tampoco sufre del mal de Alzheimer.
Agregaron las fuentes que el ex dictador contestó correctamente y con celeridad las pruebas a las que fue sometido, como los test de juicio, capacidad de abstracción, nivel de conciencia, asociación de ideas y reconocimiento de objetos y personas, entre otros. El perito adjunto de la parte querellante, el neurólogo Luis Fornazzari, quien participó en el chequeo que se le hizo al ex dictador, opinó que Pinochet recuerda algunos hechos pero tiene problemas de coordinación y dicción. "Tiene cierta capacidad de análisis. Posee déficit atencional y se irrita fácilmente". En ocasiones presenta problemas en su razonamiento lógico, pero "recuerda con precisión algunos hechos y aún tiene capacidad para hacer análisis".