Año CXXXIV
 Nº 48.996
Rosario,
domingo  14 de
enero de 2001
Min 17º
Máx 30º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Ya hace cuatro años que no se construye ni un kilómetro de bicisenda
La venta de bicicletas sigue en alza, pero congelaron el plan de ciclovías
La Municipalidad dice que los trabajos se detuvieron por falta de fondos, aunque las obras no tienen altos costos

Laura Vilche Pedro Squillaci

Paradoja. Mientras las ventas de bicicletas en Rosario se incrementa año tras año (el consumo aumentó 50 por ciento en la última década), la Municipalidad mantiene en el freezer desde el 97 el plan de ciclovías. De los 265 kilómetros de bicisendas que estaban proyectados, sólo se construyeron 30. Poco, muy poco, si se tiene incluso en cuenta que las ciudades más importantes del mundo (entre ellas la misma Buenos Aires) vienen llevando adelante una política muy clara en favor de la bicicleta como medio de transporte. Los argumentos son muchos: pacifica el tránsito, es la mejor medicina para descongestionar las calles, reduce la contaminación ambiental y los accidentes vehiculares, y es más que económica.
Pero los ciclistas argumentan, y con razón, que necesitan infraestructura para pedalear seguros por la ciudad, ya que la red de ciclovías en Rosario es muy escasa. Acá no se puede andar tranquilo, los autos te pasan rozando y los colectivos directamente te aplastan. Debería haber un circuito de bicisendas que conecte todos los barrios de la ciudad, apuntó Daniel Fernández, un empleado de una agencia de seguridad privada.
Para el titular de la agrupación Conciencia Vial, Gerónimo Bonavera, las quejas tienen su razón de ser si se tiene en cuenta que cada vez son más los ciclistas que se accidentan y hasta mueren en Rosario por accidentes de tránsito.
Para los funcionarios municipales, la falta de presupuesto y la queja de los vecinos por el trazado de las existentes ha frenado el plan. Pero en rigor, las obras para hacer ciclovías no son muy costosas.

Más bicis, y bajan los precios
En los últimos diez años el consumo de bicis aumentó el 50 por ciento, reveló el presidente de la Cámara de la Industria de la Bicicleta de Rosario, Ernesto Aita.
Según comentó el empresario, el mercado comenzó a crecer con la llegada de las plegables, a las que se sumaron las cross, la mountain bike y la playera o de paseo. Hace unos años hubo un consumo importante de scooters y ciclomotores, pero la gente, principalmente por cuestiones económicas, retomó la bicicleta a tal punto que las ventas en la última década crecieron sin cesar.
También destacó la accesibilidad de las bicicletas al alcance de todos los bolsillos. Hoy en Rosario se consiguen unidades de industria nacional, de la mejor calidad, desde los 70 pesos y con una garantía de un año, promocionó Aita.
Ahora bien, el aumento de la venta de rodados no parece reflejarse en la cantidad de usuarios que se animan a andar por las calles de Rosario. Es que según los testimonios de los propios ciclistas, circular por esta ciudad es una misión más que riesgosa.
Me compré una bicicleta para llevar a mi nena a la escuela, y de allí irme directo a trabajar. Intenté ahorrarme lo que me cuestan diariamente cuatro viajes de colectivo, pero la idea fue una locura. En dos oportunidades casi me mato junto con mi hija. Los autos no te registran, te encierran como si nada, rezongó Mario Farías, un empleado de comercio.
La experiencia de Liliana Sevilla, una jubilada docente, no fue más afortunada. Aprovechando la promoción de un plan canje de bicicletas -contó- pasé de una vieja a una nueva con canastito. La intenté usar terapéuticamente. El médico me dijo que era un buen ejercicio. Tomé mis recaudos y circulé por la derecha como me recomendaron. Paré en todos los semáforos en rojo. Pero una tarde, me estampé con la puerta de un auto porque el conductor se bajó sin mirar por el espejo retrovisor. Desde ese momento la bici cumple en mi casa la misma función que un florero.
El ex campeón santafesino de ciclismo, Manlio Guillén, sigue pedaleando, a pesar de sus 77 años. Usa los pocos kilómetros de ciclovías que hay en la ciudad, pero se queja cuando dice que hay que ampliarlas y obligar a los automovilistas a respetarlas: La gente deja su auto en el medio del carril como si nada, algunas sendas no tienen los límites muy precisos y donde no hay bicisenda te pasan zumbando y uno se queda librado a la buena de Dios.
Tanto Aita como Bonavera consideran a las ciclovías como un buen recurso para proteger a los ciclistas y ordenar el tránsito. Eso sí, cada uno de ellos tiene una posición distinta cuando opinan sobre en qué mano deben construirse.
“Por la izquierda, como la de avenida Perón”, sostiene Aita. “Es la única manera de que el conductor visualice bien al ciclista porque lo tiene al lado del volante, en cambio por el lado derecho los conductores lo encierran”.
Bonavera, por el contrario, dice que las bicisendas deben hacerse en la mano derecha, porque la ley lo dice y porque, además, en el lado izquierdo se entorpece el carril rápido”, sentenció.
En el 97, el Instituto del Transporte de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) le había acercado un proyecto a la Municipalidad para construir 265 kilómetros de bicisendas en las zonas norte y sur, pero el director de Ingeniería de Tránsito, Santiago Tazzioli, argumentó que el plan se detuvo fundamentalmente por motivos económicos.
A ese freno se añadió la resistencia de vecinos por la ubicación de algunas bicisendas en las veredas, y las quejas de los automovilistas, que aducen que las callecitas dificultan la circulación.
Es por eso que desde hace años a la ciclovía de calle Entre Ríos (que va de Pellegrini a Seguí) se suman sólo las de avenida Presidente Perón (entre Ovidio Lagos y Felipe Moré), Buenos Aires (entre 27 de Febrero y Pellegrini), San Martín (entre Ayolas y Virasoro), y la que une los parques Independencia y Regional Sur para desembocar en el circuito KDT que la Municipalidad construyó junto al arroyo Saladillo. Esta última arranca en Oroño desde Pellegrini y hasta Uriburu; luego va por Buenos Aires, Esteban de Luca, Bermúdez y Arijón, y llega al parque cercano a Villa Gobernador Gálvez. Es la más extensa y fue la más cuestionada en su momento por los peatones. En parte, porque no está demasiado clara su demarcación, y porque tiene tramos que no se diferencian de la vereda.
Otra que también generó problemas fue la de calle San Martín, porque al trazarse sobre la vereda se redujeron a la mitad las comodidades de los peatones y aumentó la peligrosidad para circular a pie. En San Martín entre Rueda y bulevar Seguí, por ejemplo, se redujo la vereda de ocho a cuatro metros, y algo similar ocurrió por Buenos Aires, en la zona próxima al ex Batallón de Comunicaciones 121.
\ \ \   

Peleas entre vecinos
Desde la Municipalidad acusaron de “intolerantes” a los vecinos que se quejaron por las sendas que se trazaron en las veredas. Y sobre esa actitud, Bonavera dijo que se estaban “generando conflictos innecesarios con el peatón”.
Para él, los casos más típicos son los de San Martín y Gaboto, donde una bicisenda pasa frente a una pizzería, y en San Martín y Uriburu, donde hay un quiosco de revistas ubicado al lado de una ciclovía.
Los problemas con las ciclovías en el sur de Rosario contribuyeron a que quede en suspenso el paseo norte, que partía desde el cruce Alberdi, debía cruzar esa avenida hasta Avellaneda y llegar hasta La Florida. Aquí, uno de los tramos más polémicos fue el que iba desde Avellaneda hasta el estadio de Central, que al pasar por la vereda chocó con la oposición de los vecinos.
A todo esto, también quedaron en stand by las sendas ubicadas en distintos trayectos de Pellegrini, 27 de Febrero, Seguí, avenida del Rosario, Cerrito, Mendoza, San Juan, Travesía, Rondeau, Avellaneda, Matienzo y Grandoli, entre otras calles.
La bicicleta es un transporte sostenible, ecológico, económico, no contamina el ambiente y quien la conduce encima hace ejercicios aeróbicos. Más beneficios, imposible.



Colectivos y bicicletas, roces en las calles de la ciudad.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Críticas
"La bicicleta como medio de transporte es cómoda, económica y también sana"
Sobre la larga historia de las dos ruedas
Consejos para aquellos que se suben a la bici
Diario La Capital todos los derechos reservados