Cuando el desenfado hace lo imposible para mostrarse y quebrar esas barreras del pudor, allí está Favio Posca. El actor estrenó el sábado por la noche en La Subasta de la ciudad de Mar del Plata su unipersonal Mamá está presa, donde muestra todo su histrionismo a través de la tortuosa relación entre una madre y su hijo. Continuando con el particular estilo de sus personajes, como El perro que lo parió, en esta oportunidad mezcla la actuación y el canto como parte enredada de un ser, del cual no se sabe bien su sexo, o alguien humanamente no definido, quizás un monstruo, que sólo puede vivir gracias a mantener con cualquiera relaciones sexuales pasivas o activas. Incluso, cuando interpreta a una humilde mujer provinciana, muestra la cruda y exagerada realidad de una madre de varios hijos con distintas parejas y lo que ha padecido con cada uno de ellos. Todo eso es logrado por Posca durante una hora y media de actuación, donde no para un solo minuto, sobre un escenario que tiene como único decorado una rampa. A las palabras fuertes y subidas de tono, se suma una verdadera gama de gestos y grotescos ademanes que provocan la risa de sus acostumbrados espectadores y el asombro de los que todavía no llegaron a conocerlo en esta faceta actoral. La obra se divide en tres partes que sólo se separan cuando se apagan momentáneamente las luces del escenario. La sala del teatro bar estaba totalmente llena la noche del estreno, pese a la torrencial lluvia que no amilanó a los seguidores de este clásico del teatro under. Mamá está presa es un espectáculo creado y dirigido por Posca, quien es el autor de la música y letras de las canciones.
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