En plena temporada estival, el verano no termina de instalarse en San Carlos de Bariloche y la temperatura es inestable, lo mismo que el movimiento turístico. Luego de una primavera fría, surcada por fuertes vientos y hasta con algunas nevadas, el 21 de diciembre no trajo el esperado cambio climático. Salvo dos días en los que el sol brilló a pleno y el viento funcionó como un atenuante a temperaturas que variaron entre los 20 y los 26 grados, el resto del verano hasta ahora fue fresco, con leves lluvias aisladas y un cielo entre tormentoso y nublado. El parte del Servicio Meteorológico Nacional de ayer al mediodía era un fiel reflejo de esta situación: 15 grados, la humedad del 58 por ciento, los vientos del oeste a 40 kilómetros por hora (con ráfagas de 48) y la presión de 914,2 hectopascales, con una mínima de 6,8 grados, a las 2. Para los porteños que se encuentran de vacaciones en Bariloche, este es el clima ideal, y la mayoría desearía tener en esa villa las temperaturas de estos días en Buenos Aires. Pero el pronóstico para el fin de semana aún no trae visos de cambio, ya que según el SMN, seguirá la nubosidad variable, con poco cambio de temperatura, y vientos del oeste, y para el sábado se espera también nubosidad variable, más descenso de la temperatura y vientos del sudoeste. El pronóstico anuncia para el lunes una mejoría, con una temperatura que variará entre los 2 y los 17 grados.
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