El sistema de cheque cancelatorio deja librada a los bancos la decisión de participar o no de la operatoria. La mayoría ya decidió ofrecer este producto, pero con algunas condiciones. La idea dominante es que se ofrezca este servicio sólo a los clientes, por lo menos en una primera etapa, indicó el jefe de productos financieros de Banco Bisel, Juan Manuel Fassoli. En el caso de que se presente a comprar un cheque cancelatorio alguien que no sea cliente habitual, el banco tomará algunos recaudos adicionales. La idea de los bancos es ir pidiendo partidas de cheques cancelatorios al Central a medida que se vaya viendo el movimiento que se genera. Los bancos se tomarán 24 horas para analizar cada caso y aclaran que sólo se podrá comprar y vender el cheque el mismo día en aquellos casos en que, a pedido de un cliente, la operación de compraventa se realice en las instalaciones del banco. En cuanto al costo de la operatoria, los bancos aún no decidieron cuánto van a cobrar y aseguran que es algo que está en estudio. Se estima que se cobrará un porcentaje del monto en juego, con la fijación de un tope máximo (en el caso de las operaciones por grandes montos), y un tope mínimo (para las de cifras más bajas).
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