Los incendios que hace semanas azotan al sur de Mendoza recrudecieron en las últimas horas por efecto de un temporal de viento, sin lluvia, que se produjo ayer reavivando focos que estaban controlados y poniendo en peligro a un pueblo y a una planta reguladora de un gasoducto instalada en la zona. Uno de los focos cruzó el río Diamante y llegó a metros del pueblo de Monte Comán, situado a escasos kilómetros de San Rafael, en tanto que otro se acercaba a la planta reguladora del gasoducto TGN, ubicada en las cercanía de la localidad de Real del Padre, pero éste se encontraba controlado, dijeron voceros gubernamentales. Mientras tanto en General Alvear, departamento que limita con las provincias de San Luis, al este, y La Pampa, al sur, los brigadistas hacían frente a siete incendios que amenazaban con sumar más hectáreas quemadas. La situación que se creyó controlada con el trabajo de un avión hidrante que comenzó a operar el sábado último empeoró el domingo, cuando un fuerte viento varió la dirección de las llamas y activó varios focos. Por otra parte, el incendio iniciado el domingo pasado en un vivero del balneario bonaerense de Claromecó continuaba ayer, mientras dos helicópteros y numerosas dotaciones de bomberos seguían combatiéndolo, luchando contra las adversas condiciones del viento que, por momentos, hacía avanzar rápidamente a las llamas. Fuentes de la Municipalidad de Tres Arroyos, adonde pertenece el sector, dijeron que el incendio, por momentos está controlado, ya que el viento permite detener el avance de las llamas, pero se trata de una zona donde las ráfagas cambian en pocas horas y esa rotación pone al fuego nuevamente fuera de control. El vivero de Claromecó tiene unas 2000 hectáreas, buena parte de las cuales son arboladas, y la fuente consultada afirmó que por el momento es imposible determinar qué extensión se ha perdido hasta ahora.
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