El ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez reaccionó con dureza tras la decisión del juez federal Carlos Liporaci de dictar la falta de mérito a los once senadores sospechados de haber cobrado coimas a cambio de la sanción de la controvertida reforma laboral.
Liporaci indultó al Senado, disparó el líder del Frepaso, quien no dudó en calificar de vergonzosa la decisión del juez, y recordó: Ya habíamos señalado el clima de impunidad imperante en el tema de los sobornos en la Cámara alta, donde por un lado no existió la sanción política que hacía falta y, por el otro, se dejó todo en manos de una Justicia altamente sospechada.
La denuncia de las supuestas coimas fue impulsada por el ex vicepresidente, quien al no haber obtenido de parte del jefe del Estado Fernando de la Rúa las respuestas que esperaba para condenar con firmeza esas presuntas irregularidades, renunció a su cargo, poniendo a la Alianza al borde de la ruptura.
Alvarez, al anunciar al país su dimisión, en octubre pasado, también admitió que la decisión fue potenciada por el hecho de que De la Rúa, quien estaba efectuando cambios de su gabinete, había ratificado en sus puestos a Alberto Flamarique y Fernando de Santibañes, los más sospechados de haber pagado los presuntos sobornos a los senadores.
La trama y el revés
Lo que había señalado en mi renuncia se cumplió: una trama de intereses judiciales y extra judiciales se articularon para que nada pasara y todo quedara igual. La desprotección de la ciudadanía es total. Nadie puede creer que en el Senado no ocurrió lo que la sociedad percibe que pasó y otra vez el descrédito y la degradación institucional vuelven a instalarse como un lugar común, advirtió ayer el líder frepasista.
En ese sentido, enfatizó que flaco favor le hace Liporaci a las instituciones, en tanto la incredulidad y el desprestigio político se refuerzan cada día más. Y afirmó que lo resuelto por polémico magistrado va a ser claramente interpretado por muchos como un canje de favores entre un juez sometido a una investigación por enriquecimiento ilícito y los senadores sospechados.
Ahora mucha gente va a comprender el significado pleno que tuvo el gesto de no haber pactado con este sistema de impunidad que quedó al descubierto, explicó Alvarez, para quien sólo resta convocar a la ciudadanía para revertir el sentimiento de indignación y transformar la impotencia en una fuerza que permita cambiar el estado actual de las cosas.
Tras considerar poco sustentables los fundamentos de Liporaci, el líder del Frepaso concluyó: A partir de esta resolución, habría que hacer efectivo el pedido de separación del magistrado.
Ayer a la mañana, periodistas radiales se sorprendieron al encontrar a Alvarez en el bar Varela Varelita, ubicado en Palermo, y verlo mal de ánimo. Según señalaron los movileros, cuando se acercaron a saludarlo, lloró y se retiró sin hacer declaraciones.
Ese gesto pudo haber tenido otra lectura si hubiese existido la posibilidad de que en ese momento el ex vicepresidente ya tuviera noticias sobre la resolución de Liporaci. Sin embargo, un vocero de Alvarez negó el episodio a La Capital.