Año CXXXIV
 Nº 48983
Rosario,
sábado  30 de
diciembre de 2000
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El juez archivó la investigación de una llamada realizada desde el celular del edil
Pazos consideró probado que Luna no amenazó a Bruera
Para el magistrado, el teléfono del concejal fue manipulado. Lo avala con los dictámenes de dos peritos

Jorge Salum

El concejal Daniel Luna no amenazó por teléfono a la abogada Matilde Bruera. Así de categórica es la conclusión a la que arribó el juez Juan José Pazos. El magistrado tenía un informe de una compañía telefónica que atribuía una llamada intimidatoria contra Bruera al celular del edil radical, pero otros elementos lo llevaron a descartarlo de plano. Para el juez, Luna tenía razón cuando se defendió diciendo que alguien pinchó su celular e hizo la llamada con el propósito de desprestigiarlo.
El miércoles pasado, Pazos desechó definitivamente la posibilidad de que el concejal sea el autor de la intimidación y archivó la investigación que técnicamente lo colocaba en la posición de un sospechoso.
Luna celebró ayer públicamente la noticia y consideró probado algo que repitió desde el primer día, cuando La Capital reveló la existencia del informe de Telecom Personal que apuntaba a su celular: Esto demuestra que quisieron perjudicarme. Afortunadamente, la Justicia impidió que lo consiguieran, dijo exultante.
La ya célebre llamada se produjo a las 15.38 del 20 de julio, apenas un par de horas después de que Bruera recibiera un libro ahuecado con 350 gramos de trotyl. Como el celular de la abogada estaba desconectado, el autor dejó grabado un mensaje de 150 segundos. Era una música cuyo estribillo repetía Qué lío vas a tener, y que Bruera interpretó como una clara intimidación en el marco de una escalada contra ella y varios colegas y compañeros de militancia.
Al día siguiente, la abogada denunció este hecho ante el juez Pazos, quien ya tenía a su cargo la investigación sobre el trotyl que llegó escondido en un libro de Mario Puzo, y le solicitó que investigara también la llamada. Cuando finalmente lo hizo, Telecom Personal le entregó al juez el informe que Luna atribuyó a una compleja operación de inteligencia destinada a desprestigiarlo. Según ese documento, la llamada supuestamente amenazante había sido realizada desde el celular del propio concejal.
Como Luna preside la comisión de Derechos Humanos del Concejo Municipal y es un reconocido militante en esa materia, al igual que Bruera, la revelación desató una tormenta y una estampida de desmentidas. Aún así, la veracidad del informe jamás fue descalificada. El edil, en tanto, se presentó ante el juez con un perito particular -el especialista Ariel Garbarz- y sostuvo que su celular había sido manipulado.
Pazos no sólo tuvo en cuenta el informe de Garbarz sino que convocó a un experto en comunicaciones de la Facultad de Ciencias Exactas e Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario. Después de escuchar a este especialista, el juez llegó a una conclusión que retransmitió ayer a este diario: Es muy factible que el teléfono de Luna haya sido manipulado, dijo.
Otro dato que tuvo en cuenta el juez es que hay diferencias entre el horario en el que se produjo el llamado desde el celular de Luna, perteneciente a la compañía CTI, y la hora que quedó registrada la comunicación recibida por el teléfono de Bruera.
Finalmente, Pazos también consideró la declaración de la propia Bruera, quien descartó de plano la posibilidad de que Luna la amenazara. El no fue, le dijo insistentemente al juez la abogada. Por eso el magistrado clausuró la investigación que tenía como sospechoso al concejal, mientras sigue adelante con la causa en la que debe dilucidar quién envió a Bruera el libro con trotyl.



Luna celebró la resolución.
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