Nadie intentó hacer Shakespeare. La intención era pasar un buen rato y que el público lo pasara bien con nosotras, declaró Drew Barrymore. Pero de acuerdo con los rumores que rodearon al rodaje, los buenos ratos habrían sido más escasos que los infernales ya que hubo tensiones entre los protagonistas, ya fuera por razones creativas o salariales. En los últimos meses, el comediante Bill Murray, que interpreta a una especie de cuarto ángel -Bosley, el nexo entre las chicas y Charlie- habría perdido su buen humor por las discusiones entre él y Lucy Liu. También trascendieron supuestos celos profesionales de la actriz de orígen oriental por recibir un sueldo más bajo que sus compañeras de acción: de los casi diez millones de Barrymore y Díaz, el cachet de Liu bajó a un poco más de un millón. Para intentar controlar el fuego, Liu explicó: Es un problema cultural: un grupo de hombres parece que pueden estar juntos y lo único que la gente ve es camaradería, pero si se trata de tres mujeres, lo único que ven son peleas, celos y uñas afiladas. Montada en el tren de la pacificación, ni el merchandising creado para la promoción del filme -remeras, muñecas, revistas- ni la propia película incluyen el uso de las armas por parte del trío, por deseo expreso de Barrymore, que se declara feminista, vegetariana y pacifista. Las armas son de cobardes. Cualquiera puede pulsar un gatillo, subrayó la actriz.
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