Rodolfo Bella
Son lindas, inteligentes, eficaces y temerarias. Hollywood revive el kitsch, el glamour televisivo y la pose estilizada de las artes marciales, y lo hace con despliegue pirotécnico de efectos especiales, delirios visuales y una estética renovada. Vuelven Los ángeles de Charlie, esta vez a las pantallas de los cines. La película se estrena hoy en los cines Monumental, Village y Del Siglo. Los ángeles de Charlie, que fuera éxito como serie de TV en los años 70, pasó de la televisión a su versión fílmica, con el mismo título, con Cameron Diaz, Drew Barrymore y Lucy Liu como las bellas agentes, y el comediante Bill Murray como su misterioso jefe Charlie. Las chicas cuentan con lo mejor de los investigadores privados -armas de última generación, eficacia en las artes marciales, disfraces disparatados y lo último en tecnología- para hallar a un importante hombre de negocios que ha desaparecido, y para mantener alejado de manos criminales un software de identificación. Natalie (Diaz), Dylan (Brrymore) y Alex (Liu) son brillantes en todo lo que hacen, pero cuando se ponen a las órdenes de Charlie lo son más aún, ya que saben que el fracaso de su tarea puede conducir a la destrucción de Charlie, de sus ángeles y, como si eso no bastara, a la del planeta entero. El trío entra en acción cuando Eric Knox (Sam Rockwell, Sueño de una noche de verano), fundador de una importante empresa de tecnología avanzada, es secuestrado en su oficina y sus captores no dejan ningún indicio que indique su paradero, aunque de inmediato sospechan de Roger Corwin (Tim Curry), propietario de la mayor red de satélites de comunicaciones del mundo. Knox diseñó un software de identificación de voces que es mucho más preciso que las técnicas vigentes de inspección de huellas dactilares, un descubrimiento científico que podría significar un gran desastre en las manos equivocadas. Las bellas detectives se disfrazan de geishas, bailarinas exóticas, cursis tirolesas y arriesgadas automovilistas, con el objetivo de inflitrarse en el lugar que corresponde para buscar pistas en el círculo de allegados al malvado Corwin, lo que las obliga a saltar de aviones en vuelo, investigar el mecanismo de las computadoras y enfrentarse a diversos peligros para ellas y su jefe. El filme fue dirigido por el realizador de comerciales y videos musicales Joseph McGinty Nichol, alias McG, quien fue productor ejecutivo de la serie original, Los ángeles de Charlie. McG recibió varios premios por sus comerciales para la cadena de tiendas The Gap, las ligas mayores de base ball y Coca Cola. Una de las impulsoras principales del proyecto fue Drew Barrymore, quien en su niñez tenía a Los ángeles de Charlie entre sus héroes predilectos. La primera en montarse al proyecto fue Cameron Diaz: Estaba en mi coche y me llegó un mensaje urgente de Drew, que quería hablar conmigo. Le contesté la llamada y hablamos hasta que se le acabó la batería al teléfono. Obviamente a esa altura ya había aceptado, contó Cameron Diaz. Las actrices lo planearon todo y Barrymore es una de las productoras: desde las clases de kung-fu que iban a tener que tomar hasta los atuendos a lucir o las más arriesgadas escenas, en las que están obligadas a ser duras, valientes y hermosas, al tiempo que deberán poner en primer plano la misión encomendada por Charlie. Para comenzar, el filme se diferencia de otros en el género de acción en el sentido de que las heroínas no usan armas. Sólo el bando de los malos utilizará el recurso, pues ésa fue la forma que encontraron los guionistas para que el público sienta que la vida de las chicas corre peligro, además de una de las condiciones que puso la pacifista Barrymore. El responsable de las artes marciales fue Yuen Cheung-Yan, llamado El Maestro, quien con su equipo de entrenadores asiáticos asistió a las actrices, aunque debieron acudir a traductores para que la comunicación fuese más fluida. Drew Barrymore -descendiente de una prestigiosa familia de actores- debutó a los seis años en el filme Estados alterados, aunque su mayor lucimiento fue en E.T. El extraterrestre, a la que siguieron Lejos de casa, Irreconciliables diferencias y Todos dicen te quiero, donde interpretaba el papel de la inocente novia de Edward Norton, entre más de treinta títulos. Cameron Diaz tenía veintiún años cuando deslumbró a los espectadores como la novia de Jim Carrey en La máscara, y se la vio también en La boda de mi mejor amigo y Malos pensamientos, además de aparecer casi irreconocible en ¿Quieres ser John Malkovich? y en Locos por Mary, de los hermanos Farrely. Lucy Liu trabajó junto a Jakie Chan en Shanghai Noon y con Antonio Banderas en Hasta el último round, aunque logró verdadera popularidad como la abogada Ling Woo en la serie televisiva Aly McBeal.
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