Hamburgo/Londres. - La medida aprobada el martes por los diputados británicos de permitir la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos enfrentó reacciones contradictorias. Desde Gran Bretaña y el resto de Europa se produjeron negociaciones y presiones sobre la Cámara de los Lores (Cámara alta), para que ésta rechace lo aprobado por la Cámara de los Comunes (Cámara baja), aunque aún no se ha fijado una fecha para que los Lores debatan la cuestión.
Los dos tercios de los diputados presentes en la sesión del martes aprobaron la posibilidad de que se permita la investigación de células madre de embrión, la así llamada clonación terapéutica. Quienes apoyan el cambio legal dicen que la investigación de las células madre de embriones -diminutos racimos extraídos de los embriones humanos de hasta 14 días de gestación- podría otorgar un método más eficaz para potencialmente tratar una cantidad de dolencias degenerativas que en la actualidad son incurables.
Conservadores y cristianos en contra
Muchos grupos conservadores y cristianos en Gran Bretaña se opusieron vehementemente a dicha clase de investigación en base a argumentos éticos. Peter Garret, investigador en jefe del grupo antiabortista Life (vida), expresó: Una vez que abrís las puertas de la producción de los embriones humanos clonados, se fijan las precondiciones para la producción de bebés clonados. Opino que estamos a apenas un par de años de distancia de la clonación de seres humanos.
En Bruselas, el comisionado de Investigación de la UE, Philippe Busquin, expresó: Me complace ver que los Parlamentos y los políticos discuten públicamente sobre la investigación y además están dando a la ciencia el lugar adecuado en la agenda política. Los políticos, la Iglesia y el cuerpo médico de Alemania se pronunciaron ampliamente en contra de la medida adoptada por los parlamentarios británicos.
Andrea Fischer, ministra de Salud de Alemania e integrante del Partido Verde, rechazó cualquier posibilidad de permitir la clonación de embriones con propósitos de investigación en ese país, tras afirmar que existe un límite ético que no debería ser cruzado. La conservadora Unión Cristiano Social (CSU) instó a Schroeder para que trabaje en la búsqueda de un consenso a nivel europeo que podría forzar a Gran Bretaña a revertir la medida aprobada por sus diputados.
La Iglesia Evangélica y los obispos católicos alemanes dijeron que la medida aprobada por los legisladores británicos abrirá las compuertas éticas, mientras que los científicos germanos advirtieron que dicha medida podría derivar en una clonación humana semejante a aquella alcanzada con la oveja Dolly.
Schroeder, en un artículo del periódico alemán Die Woche, expresó estar en contra del uso de anteojeras ideológicas y de las prohibiciones en base a cuestiones de principios en el campo de la investigación genética. El canciller alemán dijo que los científicos ven grandes posibilidades para tratar una gama de enfermedades gracias a la investigación de las células madre de embriones.
Además, Schroeder afirmó que Alemania debería discutir la cuestión de los controvertidos diagnósticos de preimplantación en los que los embriones formados en los laboratorios son examinados en búsqueda de defectos genéticos y son destruidos si es necesario. Dicho método está permitido en un número de países de la Unión Europea, aunque está prohibido en Alemania, que, sin embargo, permite realizar exámenes genéticos en el útero y posteriormente abortar.
La Ciudad
