Los científicos argentinos, Lino Barañau del Conicet y José Civelli, investigador en Massachussets, Estados Unidos, coincidieron en considerar beneficiosa para la humanidad la decisión del Parlamento inglés de autorizar la clonación de embriones humanos con fines médicos, aunque reconocieron riesgos de que ese tipo de investigación sea desviada para la clonación de humanos. Barañau y Civello afirmaron que la clonación de células embrionarias permitirá curar enfermedades tales como el mal de Alzeimer, Parkinson, Diabetes, problemas cardiovasculares, quemaduras graves, cirrosis hepática y toda enfermedad que produzca la destrucción de tejidos, que afectan a millones de personas en el mundo. Sin embargo ambos científicos, no opinaron lo mismo respecto a la posibilidad de que ese avance científico-tecnológico sea utilizado como el primer paso para la clonación de personas en un futuro cercano. Barañau, especialista en biotecnología de la reproducción animal del Conicet, aseguró que no estamos hablando de hacer copias de seres humanos por clonación y si bien reconoció que de lo que se trata es de una discusión ética, aclaró que el trabajo que se investiga en Inglaterra tiene un sentido estricto que es simplemente clonación de células embrionarias para uso médico. Su par de Massachussets, dijo que la ley inglesa puede ser reconocida como una bendición para millones de personas en el mundo que sufren enfermedades que hasta ahora no tienen solución, pero admitió que si uno transfiere estas células fusionadas con un óvulo al útero de una mujer, es probable que se desarrolle un individuo.
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