Año CXXXIV
 Nº 48.970
Rosario,
sábado  16 de
diciembre de 2000
Min 17º
Máx 27º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Una apuesta de alto riesgo
La escena de la diva será dirigida por su viejo amigo Raúl de la Torre

Además de Artaza y Cerruti, quien fuera la musa del cineasta Leopoldo Torre Nilsson, trabajará con Karina Mazzocco, la ex animadora de De a dos y actual coconductora de Todos al diván, junto a Roberto Petinatto; el actor y novel músico Juan Acosta (ex integrante del staff de Antonio Gasalla); Cecilia Oviedo -la esposa de Artaza- y un elenco de siete bailarines que responderán a las coreografías de Reina Reech, directora artística del nuevo producto.
En un cambio de dirección, el equipo Artaza-Cerruti eligió una actriz con un perfil ligado más al drama respetable que al music hall. La apuesta era fuerte y la actriz tendrá un director, Raúl de la Torre, que supervisará exclusivamente la escena en la cual según dijo, intrigante, que hará lo que sabe hacer. Para ello también contó con la guía de la coreógrafa Silvana de la Torre.
Las apuestas anteriores del dúo creativo y responsable de Fiebre del Senado por la noche fueron Lo que el turco se llevó, que tuvo como cabeza de compañía a Graciela Alfano, y antes, Tetanic, con Moria Casán e Isabel Sarli. En este caso el encanto pasará por un lado, en algún punto, diferente y es probable que el saldo final tenga el aura glamorosa de la actriz, quien asegura ser muy exigente con cuestiones éticas y estéticas.
Yo no me niego a nada si las cosas se hacen bien ¿sabés porqué?... porque es un poco fascista opinar sobre quién tiene que trabajar o quién no, señaló Borges sobre las modelos que deciden subirse a un escenario o enfrentar una cámara. Hay modelos que tienen mucho talento y mucha gracia y otras que son un horror. ¿Por qué no dejarlas avanzar en la vida?, se preguntó.
No obstante aseguró que actualmente existe una sobrevaloración de la juventud y la belleza como mercancía: Da ganas de estar tapado, aunque uno sea muy lindo, pero sobre todo si las cosas están mal hechas. Por ejemplo en la gráfica, porque si uno ve un libro como el de Rocca-Cherniavsky (Corazón argentino), con fotos de desnudos gloriosas, que son duras, pero estéticas, da placer, pero no es así cuando están todo el tiempo con el mismo tema de las lolas... A mí no me da ningún placer estético. De todas maneras -añadió-, hay una frase de la cultura oriental que me parece muy apropiada: «Oponerse es malo para la inmortalidad», aseguró.


Notas relacionadas
Graciela Borges: "Será como un show de Broadway"
Las elecciones
Diario La Capital todos los derechos reservados