Mientras busca la manera de terminar el Apertura lo más arriba posible, el cuerpo técnico piensa en el futuro. Ya tiene planificado realizar la pretemporada en Mar del Plata y seguramente participará en uno de los torneos de verano que organiza TyC. Pero Ribolzi no sólo medita en eso para el próximo Clausura, en el que apuntan a realizar un buen campeonato como para aspirar a clasificar a alguna de las copas internacionales, ya sea la Mercosur o la Libertadores. Sino que el Ruso también piensa en los dos refuerzos que puede conseguir. Los lugares que aspira a reforzar el técnico son los laterales. El Ruso quiere conseguir jugadores que puedan cumplir bien con la función defensiva, pero que a su vez pueda utilizarlos como volantes por sus respectivos carriles, aunque lo ideal sería conseguir dos carrileros para cada punta, dos sectores que han quedado debilitados desde las partidas de Mateo y Guiñazú. Hasta el momento, el juvenl Leonardo Ponzio -un buen proyecto- no ha sido solución por la derecha al igual que Damiani, aunque el defensor ayer mejoró mucho su producción en el segundo tiempo. Por el otro sector, el izquierdo, el que tansita Valentín Filippini, tampoco le ha dado los dividendos esperados. Es más defensor que carrilero, aunque desde la llegada del Ruso ha mostrado cierta mejora. No obstante, el otro lugar de la cancha que el técnico está mirando es el ofensivo, puesto que si bien tiene varios nombres para jugar en el área visitante, en este torneo no han podido explotar sus virtudes, a punto tal que los rojinegros están entre los tres equipos menos goleadores del torneo.
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