Además de soplar muy bien el saxo, cantar con voz áspera y de calzar camisas y sacos de colores chillones, Willy Crook habla. ¡Y cómo habla! Las frases y las historias que cuenta casi siempre están destinadas para el recuadro de la página. Aquí van algunos ejemplos de ello. - Entre el funk y el soul hay una diferencia notable de vestuario. El funk es como un soul pero más vistoso. Viene a ser una especie de hijo trasnochador del soul, que gasta toda la plata en ropa. Musicalmente, el funk es más monocorde que el soul. - La palabra groove es un mamífero de la familia del swing -en el jazz- o de la cadencia -en el tango-. No tiene explicación técnica. Es algo que el músico tiene o no tiene. Está emparentado con la onda con que se toca. Es una hipnosis, cuando la música va bailando sola. - El disco «Crük» es un experimento casero, después de Dany (Melingo) con los Lions in Love -que ahí Dany estaba filoso y puntiagudo- él usaba el soporte tecnológico para componer. No tanto en vivo, porque yo todavía no le encuentro el pro al espectáculo, ya que en vivo me parece un poco aburrido, pero como herramienta me parece que no resiste el menor análisis, es lo mismo que plantearse cuando apareció la guitarra eléctrica... ¡el zapateo que habrán metido los guitarristas clásicos!, pero bueno, esto no resiste ningún análisis. Y esto se dio porque a Chocolate Fogo se le ocurrió trabajar por primera vez en su vida. - Se me apareció el espíritu de (Osvaldo) Pugliese en sueños y me dijo que debía cantar boleros con la voz de Javier Martínez. Es una misión divina que tengo y estoy en eso (sobre la posibilidad de cantar en castellano). - Hemos tocado en algunos templos del Buenos Aires careta y nos divertimos pensando: «Mirá cuando toda esta gente reencarne en animales de sangre caliente y pueda sentir algo». - Eco (nombre de uno de sus discos) era una ninfa que distraía a Hera, diosa del Olimpo y mujer de Zeus, mientras Zeus se iba de farra. Además, era la personificación del fenómeno sonoro.
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