Año CXXXIV
 Nº 48.962
Rosario,
viernes  08 de
diciembre de 2000
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Otro capítulo de una historia negra
Registro de la violencia entre xeneizes y rojos

Los enfrentamientos entre las hinchadas de Independiente y Boca pueden abarcar un capítulo aparte dentro de la saga de estos hechos que, una vez más, levantarán un coro de voces alarmadas por la creciente irracionalidad en el fútbol, desembocando de manera reiterada en caminos sin salida.
El hecho más recordado fue el ocurrido el 7 de abril de 1985, en el estadio de Avellaneda, que concluyó con la muerte de Adrián Silvio Scasserra, de 14 años, luego de que se enfrentaron sectores de ambas hinchadas y que, finalmente, se trabaran en lucha simpatizantes de Boca con la policía bonaerense.
En esa oportunidad, la triste pérdida de la vida de un chico que había concurrido por primera vez a una cancha de fútbol acompañado por su padre, y de otros dos heridos de bala, Marcelo Ortú y Rubén Retondini, originó una serie de reuniones que desembocaron en la sanción de una ley para reprimir los hechos de violencia en los estadios deportivos.
La sanción de la ley 23.184, conocida a partir de ese momento como De la Rúa, por ser el actual presidente de la República uno de sus mentores, llegó a cubrir un vacío legal en la materia.
Sin embargo, más allá de la existencia de la norma y de la posición dura de las distintas fuerzas de seguridad sobre la prevención del tema y de todo lo dicho sobre la existencia de las barras bravas y su incidencia en la violencia en el fútbol, la macabra lista de víctimas se siguió engrosando.
En febrero de 1994, las hinchadas de Independiente y Boca tuvieron un feroz enfrentamiento en Arco de Desaguadero, en el límite de las provincias de San Luis y Mendoza, cuando ambos jugaban por la Copa de Oro, torneo de verano que se desarrollaba en esta última provincia.
En esa oportunidad, cuando se encontraban en el lugar tres micros de Independientes, llegaron otras tantas unidades con simpatizantes de Boca y como consecuencia de una riña a balazos hubo 17 heridos y 280 detenidos.
Particularmente, en la historia de enfrentamientos entre Boca e Independiente, la muerte volvió a concurrir a la cita el 9 de noviembre de 1994, en la calle French, de Avellaneda, cuando Osvaldo Bertolo, de 28 años, tuvo la triste ocurrencia de caminar por el barrio antes del partido con la camiseta de su club.
Bertolo, con mala fortuna, acertó a cruzarse con un colectivo repleto de hinchas de Boca, quienes descendieron y lo molieron a palos. A causa de los golpes recibidos, el infortunado hincha murió a los tres días.
Los responsables fueron identificados y procesados por el entonces juez de instrucción de Lomas de Zamora, Hugo Van Schildt, hoy magistrado de sentencia, el mismo al que, como responsable de los destinos del club Los Andes, tiene a mal traer el comportamiento de la barra de su institución, que el último martes amenazó a los jugadores milrayitas.
Entonces, el hecho ocurrido en Avellaneda tenía una serie de antecedentes para tener en cuenta por los responsables de la seguridad, más allá de la tradicional rivalidad deportiva entre ambos equipos. Y nadie lo previó.


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