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 miércoles, 26 de septiembre de 2007  
Incriminan a acusado de un crimen en la primera audiencia de un juicio
Le imputan la muerte de un albañil al salir de un baile. Tres testigos dijeron que es el homicida

José Luis Figueroa, quien ya afrontó dos juicios como presunto violador serial pero terminó condenado sólo por un caso de abuso sexual, comenzó a ser juzgado ayer en audiencias orales y públicas por el crimen de un albañil de 30 años que fue acribillado a la salida de una cantina de barrio Belgrano, en marzo del 2006. En una breve declaración que realizó ante una sala casi desierta, el imputado dijo ser inocente: siempre afirmó que había ido a bailar a otro boliche la noche del crimen. Sin embargo, tres testigos lo apuntaron como el autor del homicidio.

   El propio Figueroa pidió que el proceso fuera oral y público antes que escrito. De jean, zapatillas y camisa azul, se mostró distendido ante una sala casi desierta y revisó el expediente a la par de su defensor, Carlos Giandoménico.

   Ante varias filas de asientos vacíos, el tribunal presidido por Rubén Darío Jukic e integrado por Antonio Paolicelli y Guillermo Fierro, integrantes de la Sala IV de la Cámara Penal, leyó las pruebas más importantes producidas durante la instrucción, a excepción de los relatos de los testigos que en los próximos días desfilarán por la sala de audiencias de los Tribunales provinciales.

   Figueroa había sido detenido en 2001 acusado de cinco violaciones cometidas en la zona noroeste de la ciudad, aunque cuatro años después sólo fue condenado a 9 años de prisión por un caso de abuso. En enero de 2006 salió en libertad condicional y dos meses después volvió a caer preso. Esa vez fue por la muerte de Walter Oscar González, a quien balearon el 12 de marzo de 2006 en Mendoza y Teniente Agnetta.



Los amigos. En la primera jornada declararon los tres amigos que acompañaban a González el día del crimen. Antonio Vallejos contó que, tras un primer incidente en el que González se enfrentó a golpes de puño y cintazos con dos hombres a la salida de la cantina Divina Greta, regresaron al sitio de la gresca para buscar un teléfono celular que se les había caído.

   En ese momento, recordó, se acercó a ellos un hombre al que identificó como El Barra (por Figueroa) que increpó a su amigo. “Vos sos el que me pegaste”, le dijo. Y enseguida abrió fuego con una pistola. “Walter intentó manotearle el arma pero El Barra le disparó 5 o 6 tiros”, recordó Vallejos.

   En tanto, Eduardo Herrera, el otro amigo de la víctima, sostuvo que mientras se dirigían a Divina Greta el albañil recibió mensajes amenazantes en su celular. “Borrate o te cago matando”, decía uno de los textos. Después recordó el fatal episodio y afirmó que un hombre al que llamó El Flaco fue quien le disparó a González. “El que tiró era el marido de La Tuli” (por Figueroa), afirmó.

   

El homicidio. A las 4.30 del 12 de marzo del 2006, González junto a Herrera, Vallejos y otro amigo salieron de la cantina Divina Greta y mantuvieron una pelea con otros hombres. Los testigos dijeron que una vez finalizada la gresca se fueron en un taxi, pero González advirtió que había perdido el celular y volvieron a buscarlo. Al regresar, según dijeron, uno de los agresores ejecutó al albañil de cinco disparos con una pistola 9 milímetros. González fue internado pero no pudo sobreponerse a una herida que le destrozó el hígado, el intestino y un riñón.

   El 30 de marzo de ese año el acusado se presentó en los Tribunales y al tiempo fue procesado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Figueroa es acusado de matar a González porque el hombre había mantenido una relación con La Tuli, mujer del imputado, mientras éste estaba en la cárcel. En su indagatoria, Figueroa reconoció esa relación pero negó haber ido a la cantina esa noche. Aseguró que había ido a bailar al boliche Mogambo. Ayer al mediodía reiteró ser inocente cuando se sentó ante los jueces y anunció su voluntad de participar de todas las audiencias.

   Entre las pruebas que lo complican figuran los reconocimientos positivos que practicaron los tres amigos de la víctima. No obstante, su defensor pedirá la absolución porque entiende que los dichos de los testigos fueron cambiantes y porque un vecino y un taxista no lo señalaron en la rueda judicial.
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José Luis Figueroa (a la derecha) siguió en forma distendida y atenta la primera audiencia del juicio oral que se hace en su contra. Le imputan haber matado a tiros a un hombre en marzo de 2006.



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