Año CXXXVII Nº 49551
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
Opinión
El Mundo
Escenario
Policiales
Página Solidaria
Cartas de lectores
Mundo digital



suplementos
Ovación
Salud


suplementos
ediciones anteriores
Educación 28/07
Turismo 22/07
Mujer 22/07
Economía 22/07
Señales 22/07
Estilo 07/07
Salud 27/06
Página Solidaria 27/06

contacto
servicios
Institucional


 miércoles, 01 de agosto de 2007  
Osado robo de 38 toneladas de soja almacenadas a cielo abierto
Entraron con un camión a un campo recién arado en Bombal y subieron la carga, de $ 25 mil

Leo Graciarena / La Capital

Fueron osados y se movieron como conocedores del campo. Una gavilla de delincuentes ingresó a un campo de la localidad de Bombal, en el departamento Constitución, y robó 38 mil kilos de soja de un silo-bolsa. Los ladrones llegaron el fin de semana en un camión con acoplado al que hicieron transitar por un campo arado y se llevaron la mercancía, valuada en 25 mil pesos.

“Lo que llama la atención es que metieron un camión con acoplado por un terreno que estaba muy flojo, al que se le había pasado el arado. Debe haber sido un camión nuevo, porque cruzó todo el lote con el vehículo cargado hasta el moño”, explicó ayer Claudio Scuriatti, arrendatario del campo robado, ubicado 100 kilómetros al sur de Rosario.

No es tanto el valor de lo sustraído lo que indica su trascendencia sino, más bien, la condición potencial de estos robos. Ocurre que esta forma de almacenaje es muy difundida entre los productores sojeros de la zona.

En la provincia de Santa Fe no sólo los productores rurales hacen negocios con la soja: el robo del que fue víctima la familia Scuriatti, el segundo en tres años, es prueba de esto. Nacidos y criados en Bombal, los Scuriatti son la tercera generación de productores rurales. Tienen su chacra a unos 4 kilómetros del pueblo y también trabajan, como arrendatarios, unas 1200 hectáreas del establecimiento Don Julio, propiedad de los fundadores de Bombal.

Para llegar a Don Julio hay que transitar por la ruta provincial 14 hasta el kilómetro 75 y desviarse por un camino de tierra unos 4 mil metros hacia el este, tierra adentro. Allí estaban los silos-bolsa de donde fueron robados los quintales de soja.



Así de fácil. “Por la forma que actuaron son muy conocedores del lugar y del campo”, explicó Claudio, quien ofició como portavoz del segundo robo que sufre su familia en el mismo terreno. El hombre rememoró que el sábado por la mañana estuvieron trabajando en el campo robado. Y que 24 horas más tarde, cuando el domingo a las 9 su padre pasó para echar un vistazo a los silos-bolsa, el robo ya se había perpetrado.

“Para mí el robo fue el sábado por la noche. Los tipos llegaron por uno de los caminos que hay al costado del campo. Cruzaron una cuneta, bajaron un alambre y se metieron unos mil metros en el campo donde se había cosechado la soja. Entraron con un camión con acoplado que debe haber sido bastante nuevo. Rompieron el silo-bolsa y se llevaron los 38 mil kilos de soja”, precisó.

“No sabemos de qué manera cargaron el camión, pero no hay muchas formas. Lo hicieron con un chimango o a lata”, confió. El chimango es una especie de cinta elevadora móvil que puede trasladarse fácilmente en un trailer tirado por una camioneta. Con esta maquinaria, la partida robada pudo haberse transportado del silo al camión en poco más de 30 minutos.



Más esfuerzo. En cambio “a lata” consiste en trasladar la carga en envases de aceite o químicos de 20 litros. También pudo realizarse con una pala. “Lo más seguro es que hayan usado un chimango porque 38 mil kilos a lata es una locura”, describió el productor saqueado.

“Lo que llama la atención es que metieron el camión por un terreno muy flojo que estaba trabajado. Generalmente al camión se lo carga en un lugar firme, en un camino. Cuando los camioneros ven el campo arado se asustan y no avanzan. Además estos tipos cruzaron una cuneta”, comentó Claudio.

“Normalmente un camión que va al puerto lleva una carga de 30 mil kilos y estos tipos le metieron 38 mil. Lo cargaron a full con semillas de soja”, describió Scuriatti. “Mirando las huellas que dejó el camión sobre la tierra pienso que los ladrones volvieron por el camino de tierra hacia la ruta 14 y doblaron hacia Rosario”, rememoró la víctima del robo. Claudio contó que en mayo de 2004 sufrió otro robo que “fue calcado”.

Trabajan en el caso efectivos de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional VI, con asiento en Villa Constitución, y la Guardia Rural Los Pumas. Según pudo saberse, la mercadería no estaba asegurada.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
El silo-bolsa roto por los ladrones deja ver la soja acopiada. Fue en el campo arrendado por Claudio Scuriatti en Bombal, departamento Constitución, a 100 kilómetros de Rosario. “Por cómo actuaron los ladrones son conocedores del campo”, dijo el productor.

Notas Relacionadas
Modalidad con antecedentes



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados