Año CXXXVII Nº 49551
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
Opinión
El Mundo
Escenario
Policiales
Página Solidaria
Cartas de lectores
Mundo digital



suplementos
Ovación
Salud


suplementos
ediciones anteriores
Educación 28/07
Turismo 22/07
Mujer 22/07
Economía 22/07
Señales 22/07
Estilo 07/07
Salud 27/06
Página Solidaria 27/06

contacto

servicios
Institucional



 miércoles, 01 de agosto de 2007  
Investigan si los casos de triquinosis de Funes se originaron en Rosario
Apuntan a un criadero de cerdos que estaba en “pésimas condiciones”. El Senasa tiene ahora la última palabra. Ya hay 12 personas con la enfermedad

La detección de 12 casos de triquinosis en Funes enciendió el alerta en Rosario. Un operativo del Instituto del Alimento municipal detectó un criadero en “pesimas condiciones” que funcionaba a la vera de la autopista a Córdoba, cerca del límite con Pérez. Y los estudios de faena sanitaria a cargo del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) sobre una decena de porcinos incautados en el lugar, podrían confirmar que el brote se originó en la ciudad. El dato movilizó a las autoridades y generó polémica.

Hace más de 10 días, la Secretaría de Salud funense obtuvo del municipio rosarino la confirmación de los pacientes infectados. Sin embargo, la notificación a las autoridades provinciales para montar un cerco sanitario se produjo cuatro días después de haberse constatado el brote: una ventana que puede arrojar más casos de contagio y que provocó un áspero cruce de palabras entre funcionarios.

La Capital dio cuenta de esta situación en su edición del miércoles pasado. En principio, una decena habitantes de Capitán Bermúdez debió ser trasladada al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria con síntomas de contagio ocasionados por la producción y el faenamiento en esa misma localidad.

El otro inconveniente se desató en Funes, donde existen 24 pacientes bajo tratamiento médico. De ellos, doce tienen diagnóstico positivo de triquinosis. En ambos casos, los responsables de la faena de los porcinos para la elaboración de salamines, bondiola, panceta y chorizos manifestaron que lo hicieron para consumo propio y de sus familiares.

Frente al segundo episodio, la Municipalidad de Rosario ordenó el despoblar de chanchos un criadero irregular detectado en la zona rural limítrofe con Pérez. Allí se decomisó una docena de animales “sospechosos” que fue a faena sanitaria para confirmar si estaba enferma. Se estima que en este criadero irregular se habría generado el proceso infeccioso de los cerdos faenados en Funes. Y sólo restan las pruebas del Senasa para confirmarlo.

Tanto el municipio rosarino como este organismo comenzaron a trazar un cerco para prevenir un desborde del foco infeccioso. Según informó el titular del Instituto del Alimento municipal, Luis Baita, “en función de lo dicho por el responsable de los alimentos en mal estado también se concurrió a Nuevo Alberdi, donde no se constataron animales. En cambio, sí hubo un procedimiento con resultados favorables en el otro criadero de cerdos, que funcionaba en pésimas condiciones sanitarias”, ubicado en Camino de los Indios y Cochabamba. Se hizo un “despoblamiento” de doce porcinos para analizarlos. Esto permitirá confirmar fehacientemente si los animales decomisados tenían o no triquinosis. Y si los chacinados que intoxicaron a la veintena de funenses, se confeccionaron con estos animales.

Es más, al responsable de los 200 kilos de chacinados incautados en Funes se le incautó toda la mercadería. En principio, la producción fue resultado de faenar dos animales de 400 kilos y 200 kilos respectivamente.

Ventana.
Pero la polémica surgió ahora por la mora en la notificación de esta patología a las autoridades provinciales para ordenar un cerco que contenga posibles nuevos brotes. Algo muy factible teniendo en cuenta la rotación de animales que hay por distintos criaderos y las redes de comercialización casera en las que suelen venderse los chacinados hechos en casa.

“La única autocrítica es que no nos comunicamos en ese momento con la provincia, algo que supuse en un primer momento. Aunque si la hubierámos notificado, se demoraba el mismo tiempo. El resto de la tarea se hizo bien”, repasó Baita.

“Cuando alguien sospecha triquinosis, su deber es avisar a la provincia para decretar alerta inmediata. En este caso, el problema se pudo haber desparramado. El sistema no fue eficiente porque cada uno de los actores decidió investigar primero y comunicar después. En ese lapso pueden perderse momentos valiosos”, sentenció el jefe de Epidemiología de la provincia, Nicolás Mocarbel.

Responsabilidad.
A su turno, la directora de Bromatología, Silvia Casanave, cuestionó la actitud del Instituto del Alimento de sólo remitirse a informar los resultados de los pacientes infectados y no a dar aviso a la provincia. “La triquinosis, es una de las patologías de notificación obligatoria. Por lo tanto, todos aquellos que tengan responsablidad al servicio de la salud pública, sean enfermeros, funcionarios del área o médicos tienen que avisar para contrarrestar el riesgo. Hay que salvar a la gente”, cargó Casanave al recordar que el gobierno provincial matiene un convenio con el municipio de Rosario en el que se delega el control bromatológico.

Baita recogió el guante. “Me objetan que no dí el alerta sanitaria. No es nuestra responsabilidad, Funes está en jurisdicción de la Zona VIII de Salud provincial y los funcionarios de esa localidad le tendrían que haber avisado porque no es jurisdicción nuestra. Ni Funes, ni Capitán Bermúdez son Rosario. Además hemos colaborado con los análisis”, se defendió el responsable del Instituto. “No se retiró el alimento de las personas que estaban consumiendo, las tareas fueron parciales y sin seguir un protocolo”, finalizó Casanave.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
La Municipalidad de Rosario ordenó despoblar de chanchos un criadero irregular detectado en una zona rural ubicada sobre la autopista a Córdoba, en el límite con Pérez, donde se decomisó una docena de animales.



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados