Kirchner rechazó presión de EEUU

Denunció el "apriete" de un fondo de inversión para quedarse con la eléctrica Transener

El presidente Néstor Kirchner denunció los "aprietes" de un fondo de inversión estadounidense que pretende adquirir la mitad del paquete accionario de Transener, la empresa dueña de las redes eléctricas de alta tensión. "Argentina no es una republiqueta", bramó.

El presidente salió al cruce de una información publicada ayer por el diario "Clarín", según la cual la Embajada de los Estados Unidos envió al ministro de Planificación, Julio de Vido, una carta expresando su "preocupación" por las "interferencias que están surgiendo" para concretar ese traspaso accionario.

A pocas horas del arribo de dos altos funcionarios del Departamento de Estado norteamericano, aseguró que "este es un gobierno cristalino y va a tomar la decisión que tiene que tomar con toda la soberanía nacional que corresponde, a nosotros no nos apura nadie".


La columna eléctrica
El tema en cuestión es la venta del 50% del paquete accionario de Transener que opera la principal red de alta tensión del país Con una facturación anual de más de 300 millones de pesos y 8.800 kilómetros de líneas de alta tensión que unen a todas las generadoras del país con los centros de consumo es considerada la columna vertebral del Sistema Eléctrico Nacional SIN

La firma era propiedad de Pérez Companc y pasó a manos de la brasileña Petrobras como parte de la operación por la cual el grupo nacional transfirió sus activos en el área de energía.

Para evitar el riesgo de monopolio, el gobierno obligó a Petrobras a vender la mitad de Transener, aunque no le puso fecha. A mediados de 2006, Petrobras comunicó que había acordado la venta del 50% de Citelec (su controlante para Transener) al fondo de inversión estadounidense Eton Park, en 54 millones de dólares.

Citelec controla el 52,6% del capital de la transportadora, y el resto está en manos del Grupo Dolphin, que preside el argentino Marcelo Mindlin.

Sin embargo, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre), el organismo que debe aprobar la operación de venta, se opondría por considerar que "las expectativas del fondo estadounidense no ponderan del mismo modo que el accionista involucrado en la actividad", según trascendió en los medios de prensa.

El artículo también da cuenta del interés del gobierno para que el Estado o una empresa cordobesa que trabaja en asociación con la alemana Siemens, se hagan cargo de ese capital accionario.

Lo cierto es que en el medio de estas negociaciones, el embajador de Estados Unidos se habría quejado por las trabas a la operación con el fondo norteamericano.

Kirchner reaccionó frente a la demanda y expresó su malestar por las comparaciones con el caso del Swifgate de la época menemista. "Nada de querer ensuciarnos con aquellos sinvergüenzas del pasado que cometieron actos que avergonzaron a los argentinos", dijo.

Remarcó que para decidir sobe la operación "se siguen todos los pasos que corresponden".

"Si corresponde, corresponde, y de lo contrario no, así como nosotros no interferimos en la soberanía de ningún país, acá, en la Argentina, no vamos a aceptar apuros ni aprietes de ninguna naturaleza", advirtió.


Silencio de carta
El embajador de Estados Unidos en la Argentina Earl Anthony Wayne aseguró hoy que no tiene ningún comentario para hacer sobre las supuestas presiones de un fondo de inversión norteamericano al gobierno para adquirir acciones de Transener dueña de las redes de alta tensión

En tanto, el ministro de Planificación, Julio De Vido, evitó confirmar si existió una carta del embajador. Al término de un acto para anunciar la construcción de una central térmica, el funcionario se excusó: "No voy a hacer comentarios sobre mi correspondencia privada".

Kirchner y De Vido presidieron un acto para anunciar la construcción de una central térmica en Chubut.