Panorama político

El show está por comenzar

Mauricio Maronna / La Capital

Miguel Lifschitz se encamina sin demasiados sobresaltos hacia su reelección.

Aunque la gestión municipal desaceleró su marcha y buena parte del gabinete luzca hoy aburguesada, no parece haber adversarios que estén a la altura del conflicto. El PJ, encerrado en su interna provincial, carece en Rosario de lo mismo que la oposición en el nivel nacional: un proyecto alternativo, superador, viable, que vaya más allá de la anécdota o de la crítica frívola.

La ciudad ha mostrado en estos meses que el adjetivo de "Barcelona rosarina" es desproporcionado y poco feliz. El ostensible salto de calidad de los últimos dos años pisó momentáneamente el freno por obra y arte de los problemas de siempre: el desaprensivo servicio del transporte público, la morosa salida de un conflicto (el de las nuevas licencias de taxis) que debería resolverse rápidamente y cierto desdén a la hora de cubrir otros servicios esenciales. El pedrisco de primavera puso al descubierto las tareas por hacer y la realidad bifronte de una urbe que muta de las luces de la gran ciudad (que disfruta los efectos del boom) hasta la todavía esmerilada realidad de los barrios.

Más allá de ese déficit ("crisis de crecimiento", admitido por el intendente) el socialismo navega en aguas calmas, las que le permitirán supervivir como oficialismo en Rosario. No hace falta recurrir a las encuestas (aunque no haya una que lo muestre perdidoso) para abrevar en esa definición. Lifschitz es un administrador confiable, honesto y receptivo a las críticas.


Abriendo la caja
Ninguno de los escollos que se han posado sobre el Palacio Municipal resultan insuperables La pelea con la provincia en las vísperas de un año electoral hizo que se ajustaran presupuestos en algunas áreas y se postergue el poder de la caja y los efectos especiales El jefe del Palacio de los Leones dice en la intimidad que hay un 70% de posibilidades de que se presente a la reelección especulación que casi nadie toma en serio al monitorear al hombre y su circunstancia Horacio Ghirardi Juan Carlos Zabalza Clara García y Rubén Giustiniani son mencionados en los propios pasillos de la Municipalidad como sucesores de Lifschitz si es que decide cerrarle la puerta a un segundo mandato

También es una forma de intentar despejar la sensación que se percibe en el ámbito político local: no hay herederos a la vista como para que el intendente se tome años sabáticos o busque cargos alternativos.

En el justicialismo, por lejos, María Eugenia Bielsa es la que goza de mejor consideración y potencialidad a la hora de disputar la Intendencia. La vicegobernadora es la gran revelación del gobierno de Jorge Obeid y siempre estuvo a la altura de las circunstancias cuando le tocó suplir al mandatario.

Pero la eventual candidatura de la arquitecta todavía no pasa el filtro de la sinonimia y la duda que envuelve a los peronistas: ¿soporta la sociedad rosarina "dos Bielsa" en las boletas? Las opiniones en el campamento justicialista se bifurcan según los protagonistas consultados. Desde la perspectiva del análisis político se puede recurrir como material de apoyo a una máxima del Bielsa que falta.

"Las finales se ganan, no se explican, y para ganarlas hay que poner lo mejor en la cancha", decía el ex entrenador de Newell's cuando no veía en cada periodista a un caníbal execrable dispuesto a atragantarse con sus vísceras.

La alianza provincial con el ARI suavizó la fiscalía (casi siempre oportuna) en que Carlos Comi había convertido su banca de concejal, alertando sobre los vaivenes de la administración socialista. De hecho, los seguidores de Elisa Carrió lograron un notable crecimiento en cada elección municipal, siguiendo la línea del "progresismo" y captando la atención de los disconformes con la administración municipal pero absolutamente refractarios al peronismo.

La futura gestión del PS (si es que María Eugenia Bielsa no pega el batacazo o no se presenta como candidata) incorporará dirigentes aristas al gobierno municipal. El partido liderado por la lúcida dirigente chaqueña está atravesado por una profunda interna que les permitirá a los socialistas echar mano, atento a que la corriente interna liderada por Comi y Pablo Javkin ha manifestado que "no se integrará al oficialismo". En la nomenclatura encabezada por Alberto Muñoz y Alicia Gutiérrez no piensan lo mismo.


Fin de siesta
Enero se despide en la provincia con las mismas señales con que comenzó Si en materia judicial se dice que el paso del tiempo es la primera traba para que el esclarecimiento de un entuerto tenga un resultado positivo la ausencia de consenso respecto de un candidato a gobernador en el PJ echa aún más sombras sobre su suerte electoral

Rafael Bielsa tendrá que demostrar en los próximos días que es el "bendecido" por la Casa Rosada. Y esto debería quedar expuesto por dos vías: el testimonio público de Néstor Kirchner o el inmediato descenso al llano de Omar Perotti y Agustín Rossi. (Tome el lector lo de "descenso al llano" como una licencia gramatical. El primero es intendente de Rafaela y el ex presidente del Concejo actualmente ocupa nada más ni nada menos que la jefatura del bloque de diputados nacionales oficialistas).

La corriente de desconfianza entre bielsistas y rossistas es cada vez mayor, aunque desde una vereda y la otra procuren no amplificarla por los medios. "El Chivo intenta nuclear presidentes comunales argumentando que si gana el socialismo las gestiones locales no se verán en problemas por su buena relación con Binner", punzan desde la cercanía del ex canciller, recordando el paso de Rossi por el Frepaso.

"Rafael vende fruta con eso de que es el preferido del presidente. En el viaje a Brasil le dieron luz verde a Agustín para que siga adelante con su candidatura", repiquetean desde el otro lado.

¿Y Perotti? Curiosamente no son pocos los justicialistas de nota que hacen foco en las cualidades de buen administrador del rafaelino. Los mismos que, a renglón seguido, critican lo errático de su trabajo proselitista. "Perotti es a la interna lo que Rubén Goldín fue a la Trova Rosarina. Goldín era el que más potencialidades tenía; el que mejor cantaba y componía. Pero no le vendió un disco a nadie por falta de marketing", sorprende, chispeante, una calificada fuente de la Casa Gris.

Lentos de reflejos, los peronistas recién ahora empiezan a entender las dificultades que les acarrea no tener un candidato de la capital de la provincia (algo escrito hace exactamente un año en esta columna), territorio del que siempre necesitaron para retener el poder. El nombre que todos quieren tener en la marquesina es Horacio Rosatti, quien mixtura su tiempo entre los vaivenes de Boca Juniors y la escritura de un libro.

En un aporte más a la confusión general, en las últimas horas le ofrecieron la precandidatura a gobernadora a Susana Rueda, la efímera co-secretaria general de la CGT, quien no resistiría siquiera el primer archivo: apenas asumió en la central obrera se ocupó de hacer comentarios descalificadores hacia Carlos Reutemann, el eterno gran elector, invicto en las lides electorales.

Mientras el peronismo intenta armar una estrategia que le permita festejar las bodas de plata en el poder, Binner espera con movimientos slow el "sí" de Griselda Tessio. Hasta se permite incursionar en la interna del adversario, ubicando pícaramente a Rossi en el lugar más alto del peronómetro.


La cuadratura del círculo
Las claves para que el socialismo y el PJ lleguen en pie de igualdad a los comicios no están encriptadas cualquier observador de la entrelínea de la política las tiene al alcance de sus ojos

Binner necesita duplicar en votos al adversario en Rosario y hacer una decorosa elección en distritos históricamente hostiles, evitando fuga de votos en las comunas radicales.

El justicialismo debe recurrir a una de sus máximas: internalizar que "para un peronista no hay nada mejor que otro peronista", y poner en la cancha a quien pueda atraer a un vasto sector de electores independientes que eleve el caudal que le provee el sempiterno voto camiseta.

El tiempo político santafesino, de ahora en más, será más veloz que nunca. Unos y otros tendrán que vestirlo despacio porque están apurados. Los idus de marzo traerán las respuestas liminares.

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