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 sábado, 08 de julio de 2006  
El debate de los ateneos pedagógicos
El tercer ciclo de la EGB en la discusión educativa provincial
Los cambios impulsados por la ley federal no lograron revertir eternos problemas de calidad y repitencia

Marcela Isaías / La Capital

Bastó que la docente que coordinaba el grupo de debate invitara a analizar el alcance de la ley federal de educación en sus escuelas de EGB completa, para que las maestras hablaran del esfuerzo que significó llevar adelante una norma que no compartían. "Si lo que hacía falta era un cambio -dijo una las presentes-, bastaba con mejorar la escuela primaria y la secundaria que teníamos, pero no esto". La reflexión resumía la animosidad de una buena parte de los docentes respecto de los cambios educativos encarados en la década de los noventa.

La discusión se dio en uno de los ocho Ateneos Pedagógicos Regionales que el Ministerio de Educación de Santa Fe desarrolló en distintas localidades de la provincia durante junio y principios de julio, abocados a continuar una investigación iniciada en el 2004, por 26 Institutos de Formación Docente en las escuelas que cuentan con el tercer ciclo de la EGB.

Y el tema no es menor, porque si hay un punto de conflicto claro en la estructura gestada con la ley federal ese es el tercer ciclo de la EGB. Fue pensado para la franja de edades que cursa los 7º, 8º y 9º años de la EGB, o bien el 7º grado y 1º y 2º años de la anterior estructura.

Para graficar lo que esto significa en la provincia de Santa Fe, el modelo se divide en distintas variantes. Y es por eso que los 164.822 chicos que cursan este ciclo lo hacen en escuelas que comparten sus aulas con la vieja primaria, incluidos en parte en la escuela media o técnica o bien en el modelo rural de EGB completa que suma a profesores itinerantes para garantizar la obligatoriedad de la enseñanza, según fija la ley.

Sin embargo, el mayor punto de conflictividad se registra en las escuelas de EGB completa de zonas urbanas, que en la provincia de Santa Fe suman 152. "A nosotros nos dieron el visto bueno para arrancar, pero los recursos de aulas y profesores debimos pelearlos luego", comentó una de las maestras de un sector periférico de la ciudad como para indicar que desde el vamos empezaron "como se pudo".

La afirmación dejó entrever otra cuestión que caracteriza a este modelo de EGB llevado a las escuelas periféricas: el fuerte carácter asistencialista, en detrimento de un modelo que garantice igualdad de oportunidades frente al conocimiento por la sola razón del derecho a educarse.

Otra docente, de escuela privada, reconoció que apenas su escuela decidió incluir los 8º y 9º años de la EGB, los recursos económicos, que aportó la congregación, "llegaron enseguida, estrenamos aulas y nunca nos faltaron profesores".

La docente señaló sin proponérselo en ese momento una de las mayores deudas que las promesas de la ley nunca cumplió: tutores que hicieran de tutores y no de preceptores, ayudantes, secretarios entre otras funciones; coordinadores de tercer ciclo, directivos, preceptores y también horas cátedra que garantizaran igualdad de aprendizajes en tiempo y calidad.

Por si fuera poco, escuelas que fueron diseñadas para tener 400 alumnos, vieron crecer su matrícula en un ámbito que no estaba inicialmente pensado para eso. Es fácil imaginar que se achicaron los espacios de juego, de los recreos y hasta aulas destinadas a la recreación u otras clases se convirtieron en improvisados salones para recibir a los nuevos alumnos.

"Es verdad que los padres pedían a gritos el tercer ciclo de la EGB, por tener la escuela cerca, por la cuestión económica, pero las consecuencias fueron muy altas. Ahora sólo retenemos alumnos", expresó con preocupación otra docente.

Las quejas por cómo se encaró a nivel provincial el tercer ciclo de la EGB alcanzó también a la acreditación de los títulos. "Por lo menos con el 7º grado de la primaria tenían algún título, le ofrecíamos otra posibilidad, ahora hay mayor deserción y los chicos se van sin nada de la escuela", contaba otra de las educadoras.

Igual la coincidencia escuchada en distintas aulas pasaba por considerar fundamental que la obligatoriedad se extienda ahora al polimodal, "porque eso significa una obligación también para el Estado".


El desafío
Pero hay más. En el octavo año de la EGB se sigue registrando el mayor índice de repitencia escolar, un dato que viene a cuestionar la eficacia de lo hecho para atender problemas históricos.

Para la directora provincial de investigación y evaluación educativa, María del Carmen Mamprim, la calidad y la repitencia se presentan como los desafíos que la provincia de Santa Fe debe enfrentar. Por eso destaca el plan educativo estratégico provincial que la actual gestión desarrolló para atender estas problemáticas.

Mamprim se mostró optimista por el debate dado en los ateneos entre maestros, profesores, tutores y directivos. Señaló en ese sentido, que la consulta se extenderá a los padres y los alumnos, también se tendrá en cuenta la opinión de las universidades, entre otras. La directora provincial consideró también que "toda la información recogida será un importante insumo para la futura ley provincial", además de un aporte al debate nacional iniciado para alcanzar una nueva ley de educación.

-¿Qué tendencia indica la primera información recogida en estos ateneos?

-Hay un encuentro de culturas escolares entre los docentes de 7º año y los profesores. Un encuentro que no está debidamente trabajado desde la normativa y la gestión. También una defensa de la localización del tercer ciclo en la escuela cercana al medio. En general, se está defendiendo de EGB completa. Seguramente se valora que ha contenido a los chicos y que han estado en la escuela. Pero no hay conformidad con la gestión, faltaron recursos, hay pedido de reformulación de la normativa y de los recursos. También la obligatoriedad del polimodal es mirada con simpatía por los docentes.

-¿Y qué pasa respecto de la calidad educativa?

-Es un tema que nos interpela seriamente, y nosotros también estamos interpelando a los docentes. La calidad es un desafío, igual que atender a los problemas de la repitencia.

-Atender a este problema era una de las cuestiones fundantes del tercer ciclo ¿Qué pasó que no se logró?

-Es verdad, no se logró. Estamos manejando un 13 por ciento de repitencia en el 8º año de la EGB. Si las dificultades que siguen son las mismas, entonces estamos ante la evidencia de que lo que hay que trabajar es otro modelo organizacional, de gestión para los aprendizajes.

-¿Qué significa otro modelo organizacional, volver a la primaria y la secundaria?

-Creo que pasa por otras cuestiones, porque creo que este cambio lo pudo sostener en la escuela. Hay un mandato de obligatoriedad de la escuela que no siempre podía asumir.

-Muchos profesores dicen que, en realidad, en lugar de sostenerlos, la escuela se volvió un "aguantadero" de chicos...

-Son las condiciones de la pobreza. Habrá ver qué paso, cómo se organiza la escuela, hay un grupo social que necesita más tiempo pedagógico, recuperar ese tiempo que no les dio el hogar, a eso me refería cuando hablo de otro modo organizacional. Quizás habrá que pensar en jornadas más extendidas, espacios- puente, otra dinámica de organización, incrementar la función de la tutoría, que es algo que funciona, cuando funciona en su rol específico.

-Los docentes aseguran que el modelo de EGB completa llevado a la primaria, primarizó a los adolescentes.

-No. El único grupo de actores que pide que se secundarice es el de los profesores. Son los únicos que, en general y como tendencia, lo dicen con todas las letras.

-¿Y los maestros no?

-Es muy difícil desprenderse de ese mandato paternalista, de esto de acompañarlos, ver qué pasa con las áreas, con las disciplinas. Supongo que es un tema que deberemos profundizarlo en otra instancia, en nuestras jornadas.

-¿Y usted como directora provincial qué piensa de lo que sería conveniente hacer con el tercer ciclo?

-No sé. Es una opinión muy personal. No me animo a arriesgar. Creo que lo conveniente es lo que sea aceptado por la mayoría de la docencia. Aquello que sea sentido realmente. Creo que secundarizar o primarizar tiene que ver con una postura frente a la enseñanza. Lo que los chicos sí están reclamando es aprender muy cerca del profesor. Hay necesidad de más tiempo.
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En Santa fe, 164.822 estudiantes cursan el tercer ciclo de la escolaridad básica.

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