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 miércoles, 12 de abril de 2006  
Procesan al ex juez Bergés por detener a barrabravas
En el 2003 ordenó apresar a caracterizados hinchas de Boca

El ex juez Mariano Bergés, que cobró notoriedad en 2003 al suspender el fútbol de primera división, fue procesado ayer por la presunta privación ilegal de la libertad del dirigente de Boca Luis Buzio y de un grupo de hinchas xeneizes. La información fue suministrada por fuentes judiciales que precisaron que Bergés fue procesado por la juez Susana Parada bajo cargos de privación ilegal de la libertad, abuso de autoridad y prevaricato (dictar resoluciones contrarias a la ley).

Cuando aún era juez de la Nación, Bergés fue denunciado por su actuación en el superclásico disputado el 16 de mayo de 2004 en la Bombonera, donde fue detenido Buzio, secretario general de Boca, acusado de una serie de irregularidades en la venta de entradas y el acceso de hinchas al estadio.

Además de apresar a Buzio, el entonces magistrado arrestó a los hinchas Santiago Lancry, Raúl el Gordo Salas, Guillermo Serminaro, Sergio Revequi y Guillermo Seisdedos, procesados por asociación ilícita y amenazas.

Cuando Bergés desplegó el operativo en el que fueron detenidos Buzio y los hinchas de Boca, el líder de la Doce, Rafael Di Zeo, estaba prófugo en el marco de un proceso que, justamente, abrió el ahora procesado ex juez por los disturbios registrados en la Bombonera el 31 de agosto de 2003, cuando el local recibió a Chacarita. Tras los desmanes del Boca-Chacarita, Bergés prohibió la participación de la Policía Federal en partidos oficiales, lo cual determinó la suspensión del Clausura 2003.

Luego la Cámara de Apelaciones anuló parte de la causa instruida por Bergés, que finalmente fue separado de las investigaciones. El año pasado renunció a la magistratura y se dedica al ejercicio liberal de la abogacía.

En principio la juez Parada dictó la falta de mérito de Bergés en la causa promovida por los hinchas y esa medida fue homologada por la Cámara.

Decidido a obtener un sobreseimiento definitivo, Bergés propuso una serie de medidas de prueba que, según las fuentes, terminaron perjudicándolo.
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