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 miércoles, 12 de abril de 2006  
Premios Nobel exigen el fin del "genocidio invisible" en Africa
José Saramago, Dario Fo y Adolfo Pérez Esquivel, entre otros, denuncian atropellos en el continente negro

Los premios Nobel José Saramago, Dario Fo y Adolfo Pérez Esquivel, además de otras personalidades como Claudio Magris, John Berger, Rosa Regás, Fernando Meirelles, Rosa Montero y José Luis Sampedro encabezan un manifiesto (dado a conocer ayer en todo el mundo) respaldado por diversas asociaciones y organizaciones no gubernamentales, en el que se exige que se acabe el "genocidio invisible" en Africa.

A través del escrito, asociaciones y figuras del mundo de la cultura exigen responsabilidades y urgentes medidas a los gobiernos, partidos políticos, iglesias y todas las instituciones públicas de los países ricos, por la situación que se está produciendo en el continente africano. En dicho documento se denuncia también la violación de una gran parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que cometen numerosos gobiernos europeos -tanto dentro como fuera de su continente -con los africanos que intentan huir de la extrema pobreza, de las enfermedades, de las guerras y de las tiranías.

Según la declaración, "la arruinada Africa queda excluida de la espiral del desarrollo" por lo que resulta difícil "calcular la cifra exacta de la cantidad de millones de africanos que perdieron sus vidas para llenar las arcas de los países desarrollados".

Las personalidades internacionales denuncian las graves diferencias respecto de los países industrializados, donde enfermedades tan devastadoras como el sida ya están controladas, mientras que en Africa generan millones de muertos. También se critica "el trato que están recibiendo los africanos y sus descendientes, dentro y fuera de su continente, que es un reflejo más de una cultura regida por el beneficio económico como supremo valor y que, en muchas ocasiones, se muestra profundamente racista".

"Queremos saber quién debe a quién y cuánto ¿Africa debe a los países occidentales o los países occidentales deben a Africa? Habría que reconocer que tenemos con estos países una deuda ecológica y una deuda histórica y que, por tanto, no tiene sentido seguirles exigiendo el pago de una deuda externa, por otra parte ya pagada con creces", aseguran.

"A cambio de la riqueza ilegítimamente transferida del Sur al Norte, los países de Sur deberían ser compensados razonablemente. Nos oponemos a seguir quitándole al africano, tanto dentro como fuera de su continente, el derecho a ser persona, a existir. Por ello exigimos que se les aplique la Declaración Universal de los Derechos Humanos", señalan.


Pobreza "ilegal"
"Queremos declarar ilegal la extrema pobreza, y condenar a los que la provocan o potencian, no a aquellos que la sufren. Los bienes comunes como el aire, el agua, la biodiversidad, la energía solar, los bosques, los océanos, la seguridad alimentaría, la salud y la educación son bienes y servicios garantizados por la colectividad mundial y bajo su responsabilidad", resaltan los autores del documento.

"Para todos los inmigrantes -afirman- que ya están en nuestro territorio, y para sus descendientes, queremos que haya una verdadera voluntad de integración. Se les sigue excluyendo, arrebatándoles la esperanza de un futuro y dejándolos sin identidad; recordemos los últimos acontecimientos en Francia. Queremos, pues, que para todos ellos se apliquen los derechos humanos en general, sin distinción de raza, sexo, religión, color, idioma, opinión política o de cualquier otra índole. A igualdad de deberes, los mismos derechos".

"Nosotros, ciudadanos de los países ricos, hacemos una llamada a nuestros conciudadanos para que no volvamos nuestros ojos hacia otro lado y miremos cara a cara a las personas. Son personas como nosotros, pero tienen como futuro inmediato la exclusión, la pobreza, el hambre, las enfermedades, las guerras y la muerte. Queremos obligar a los partidos, a las iglesias y a todas las instituciones públicas para que asuman su responsabilidad y, también, para que no nos utilicen como coartada para sus políticas cínicas de explotación y exclusión usando como pretexto la necesidad de perpetuar nuestro bienestar", sostienen.
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Adolfo Pérez Esquivel, Nobel 1980.


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