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 miércoles, 12 de abril de 2006  
Día de furia. Un accidente en Circunvalación originó embotellamientos en todo el sector y una seguidilla de colisiones.
Choques, caos, atropellados y hasta un tren descarrilado en la zona noroeste
El convoy quedó sobre un puente desde donde cayó una madera sobre un auto. Otro vehículo embistió a un nene

Pablo R. Procopio / La Capital

Día de furia. Los accidentes y embotellamientos de tránsito ocurridos casi simultáneamente en una misma zona de la ciudad (Sorrento y Casiano Casas) desencajaron a más de uno. Siete vagones de un tren descarrilaron sobre un puente. Exactamente debajo, parte de un durmiente de quebracho atravesó el parabrisas de un auto; a menos de una cuadra, un camión arrancó cables de telefonía y de televisión junto con sus tres correspondientes columnas y, como si esto fuera poco, otro automóvil atropelló a un chiquito de cinco años que cruzaba la calle y anoche se encontraba en terapia intensiva del Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Unas horas después, un ciclomotor fue embestido por un nuevo coche.

La serie de accidentes tuvo como marco un impresionante cuello de botella generado por el intenso e incesante flujo vehicular, que se originó básicamente por un corte que se realizó muy temprano en la avenida de Circunvalación, y que fue provocado, créase o no, por otra colisión.

Varios barrios quedaron prácticamente aislados ya que para trabajar en cada una de las áreas afectadas hubo que cortar el tránsito. De este modo, el vecindario conocido como Parque Casas sufrió las consecuencias, al igual que el Fonavi de Baigorria y Casiano Casas y el área conocida como La Esperanza (Cavia y Casiano Casas) donde, según sus habitantes, no cesó el paso de camiones.

El día de furia comenzó cerca de las 9.30 cuando en la avenida de Circunvalación, a la altura del arroyo Ludueña, dos camiones colisionaron contra un Ford Fiesta gris. El conductor del coche se salvó "de milagro", dijeron testigos. Y él mismo lo ratificó ante La Capital: "Volví a nacer", dijo al ver que en ambos costados de su rodado habían quedado las huellas de los impactos.

El accidente tuvo lugar en el carril con dirección sur-norte y, a raíz del encontronazo, hubo que interrumpir el paso del resto de los vehículos. Así, los que se dirigían por esa mano debieron tomar por Juan José Paso sin poder avanzar por Circunvalación.

Como las filas se empezaron a hacer interminables, algunos conductores decidieron conectar hacia Sorrento, que también quedó atestada de rodados.

En efecto, la mañana transcurrió sumamente movida y, peor aún, se complicaría mucho más pasado el mediodía.

A las 13.45 un convoy de la empresa Nuevo Central Argentino (NCA) descarriló justo sobre el puente ferroviario de Sorrento e Intendente Lamas, es decir, sobre la arteria que a esa hora no paraba de soportar el paso de vehículos, fundamentalmente camiones.

En total, siete vagones (de un tren de 38) se salieron de las vías. El desperfecto produjo que varios durmientes comenzaran a desplomarse desde el puente ferroviario hacia el pavimento. Tanto es así que parte de una de las pesadísimas maderas cayó sobre un Renault Megane color plata. El trozo del durmiente atravesó el parabrisas y rompió el tablero y la palanca de cambios. Increíblemente, el chofer no sufrió heridas de alta consideración, salvo leves cortes provocados por los vidrios hechos trizas.

Así, la empresa NCA montó un nuevo corte de tránsito para que se dejara de pasar por debajo del puente. Encima de él, el tren desprendía el aceite vegetal (de la firma AGD) que transportaba hacia Puerto General San Martín.

Luego, unas 50 personas iniciarían el operativo de retiro del convoy y de reparación de las vías (ver aparte).

A menos de cien metros del lugar, un camión de transporte de envases de cartón corrugado maniobró bruscamente al ver impedido su paso por debajo del puente. Venía por Sorrento y dobló hacia Casiano Casas arrastrando consigo cables aéreos de televisión y teléfono junto con tres postes. El vecindario se quedó sin ambos servicios cerca de las 15.

Y, casi simultáneamente, un chiquito de siete años fue atropellado por un Fiat 147 en inmediaciones de Sorrento y Cullen, a pocas cuadras del descarrilamiento. El menor quedó internado en terapia intensiva del Vilela con pronóstico reservado.

Las penurias continuaron en la zona. Las interrupciones de arterias seguían provocando congestionamientos en otras áreas cercanas. Y, una vez más, hubo un choque. En la esquina de Washington y Casiano Casas, un Renault 12 embistió a un ciclomotor, por lo que el joven de 19 años que guiaba la moto debió ser trasladado al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria por una de las ambulancias del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria. Un verdadero día de locos.
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El convoy de NCA iba hacia Puerto General San Martín.

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